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URGENCIAS NEUROLÓGICAS PARA ENFERMERÍA, NPunto Volumen VII. Número 78. Septiembre 2024


URGENCIAS NEUROLÓGICAS PARA ENFERMERÍA

Lizaso Arregui, Naiara Servicio de Radiología Intervencionista del Hospital Universitario de San Sebastián.


NEUROLOGICAL EMERGENCY SERVICES FOR NURSING

 

RESUMEN

Este trabajo consta de dos apartados diferentes. Lo primero, es conocer la anatomía del sistema nervioso en el que se explica de forma detallada los dos sistemas importantes que son el sistema nervioso central y periférico. Lo segundo, es indagar en las cuatro patologías neurológicas de urgencias (accidente cerebrovascular, epilepsia, cefalea y traumatismo craneoencefálico).

El objetivo de este trabajo es dar a conocer cuáles son las patologías más urgentes sobre los trastornos neurológicos. Consiste en una revisión bibliográfica en la cual se expone cada patología de manera más detallada. En cada una de ellas se definen las enfermedades, cual es la afectación que supone para la población, los diferentes tipos que existen, cuales son los factores de riesgo y la prevención de cada enfermedad.

Estas deficiencias neurológicas provocan grandes cantidades de muerte e incapacidades. La causa del retraso en la detección precoz suele ser el desconocimiento de la población y en muchos casos se observa que son prevenibles.

Palabras clave: Anatomía, sistema nervioso, patologías neurológicas, urgencias, prevención

 

ABSTRACT

This work consists of two different sections. The first is to know the anatomy of the nervous system in which the two important systems, the central and peripheral nervous system, are explained in detail. The second is to investigate the 4 emergency neurological pathologies (stroke, epilepsy, headache and cranioencephalic trauma).

The aim of this work is to identify the most urgent pathologies of neurological disorders. It consists of a bibliographic review in which each pathology is presented in more detail. In each of them, pathologies are defined, what is the affectation for the population, the different types that exist, what are the risk factors and the prevention of each disease.

These neurological deficiencies cause large numbers of deaths and disabilities. The cause of the delay in early detection is usually the lack of knowledge of the population and in many cases it is observed that they are preventable.

Keywords: Anatomy, nervous system, neurological pathologies, emergencies, prevention

 

METODOLOGÍA

Este trabajo consiste en una revisión bibliográfica acerca del tema de trastornos neurológicos de urgencia. Para ello se ha recurrido a la búsqueda de información científica en bases de datos, revistas online, monografías y libros relacionados. Se ha realizado la búsqueda tanto en inglés como en castellano con los artículos científicos más apropiados desde el año 2018 hasta la información más reciente. Las bibliografías están citadas en el texto según las normas de Vancouver. Estas son las fuentes más empleadas durante el trabajo:

  • Base de datos: Pubmed, Dialnet, Elsevier, Google Académico.
  • Revistas científicas de neurología.
  • Documentos de Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), Sociedad Española de Neurología (SEN), Fundación Española del Corazón (FEC), Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Libros.

 

URGENCIAS NEUROLÓGICAS

Las urgencias neurológicas son una serie de patologías en las que afectan al sistema nervioso central (SNC) y al sistema nervioso periférico (SNP), que engloba mayormente los nervios.  Causan numerosos efectos incapacitantes que pueden producir discapacidades múltiples. Teniendo en cuenta su estado de gravedad, las urgencias permiten tener todos los recursos necesarios para realizar una asistencia especializada a pacientes con enfermedades neurológicas críticas. Gracias a esto se puede aportar todos los cuidados específicos de la forma más rápida y adecuada para tratar la patología del sistema nervioso urgente (1).

Se define como urgencias ciertos criterios que incluyen la rapidez de aparición, el mal pronóstico y la necesidad de intervenir inmediatamente. Por lo que una rápida evaluación permitirá formular un diagnóstico preciso y rápido (2).

Las enfermedades neurológicas son una de las principales causas de morbimortalidad. Afectan a más de 7 millones de personas en nuestro país, y en España, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), dichas patologías causan el 19% de fallecidos cada año (1, 3).

Según la SEN, nueve de cada quince enfermedades que tienen reconocida una discapacidad son neurológicas. El ictus es la segunda causa de muerte en España (la primera entre las mujeres) (1, 3).

Estás patologías son muy diversas y se pueden clasificar de diferentes maneras como por ejemplo entre agudas y crónicas. Las más frecuentes son el accidente cerebrovascular, cefalea, epilepsia, demencia, la enfermedad de Parkinson, enfermedades neuromusculares (entre ellas, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y los Traumatismos Craneoencefálicos (TCE) (1).

Antes de profundizar en cada patología se realizara un resumen sobre la anatomía del sistema nervioso.

 

ANATOMÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso es el encargado de las relaciones de distintos órganos para un correcto funcionamiento del ser humano. Percibe información sensorial de los órganos, y en función de lo que recibe elabora señales que modifican las respuestas de dichos órganos. El sistema nervioso se divide en dos sistemas: El sistema nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférico (SNP) (4).

 

SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

Debido al SNC el humano tiene la capacidad de aprender, memorizar información y de modificar el comportamiento en función de las experiencias diarias. Es la parte más grande del sistema nervioso y representa el centro de las comunicaciones del cuerpo ya que llega toda la información y desde donde se emite al cuerpo (4).

Además, durante el sistema se pueden apreciar tanto en la corteza cerebral y en la médula espinal dos sustancias, sustancia gris y blanca. En la corteza, la zona blanca está más interna y la gris más externa; sin embargo, en la médula espinal se invierte. En la corteza cerebral, la sustancia gris está formada principalmente por los cuerpos celulares de las neuronas por lo que la mayor parte de las neuronas están en la zona gris. La sustancia blanca está compuesta por axones mielinizados de las neuronas. La mielina es una sustancia grasa que recubre los axones para que el impulso nervioso se trasmita de manera rápida y es la que le da el color blanco debido a su alto contenido lipídico (4, 5). Ver figura 4.  

El SNC  está anatómicamente formado por el encéfalo y la médula espinal. El encéfalo se sitúa en el cráneo y está compuesto por cerebro, diencéfalo, cerebelo y tronco encefálico. El cerebro es la estructura principal responsable de la coordinación y del control del organismo, está cubierto por la cavidad craneal (4, 5, 6).

  • Cerebro: El cerebro es el órgano más grande e importante del sistema nervioso. Está dividido en dos hemisferios por la mitad (hemisferio izquierdo y derecho). La piel del cerebro está llena de arrugas y pliegues (surcos). La parte más importante es la corteza cerebral (una capa de dos milímetros). Esta membrana influye en la conciencia, en la voluntad y en los procesos psicológicos (5).
  • Diencéfalo: Se sitúa en el centro del encéfalo, encima del tronco encefálico. Se compone de dos estructuras principales:
  • Tálamo: Es la estructura diencefálica más grande. Sirve como una puerta de entrada retrasmitiendo señales sensoriales que vienen de todo el cuerpo hacia la corteza cerebral. Conecta la corteza con el tronco encefálico. Recoge y procesa directamente la información que se canaliza desde todos los sentidos (excepto el sentido olfativo), realiza también la función de controlar el movimiento y el tono (4, 5, 6).
  • Hipotálamo: Es el principal centro de control del SNC y participa en el mantenimiento de la homeostasis del organismo (control de la temperatura corporal, control de la cantidad de agua/sed, control del gasto calórico/hambre y placer, entre otros) (4, 5, 6).
  • Cerebelo: Es la parte del encéfalo situada debajo del cerebro, en la parte posterior de la cabeza (detrás del tronco cerebral). Controla el equilibrio, el tono muscular y los movimientos voluntarios. Por tanto, en caso de tener algún problema o daño en el cerebelo, puede haber dificultad o imposibilidad para mantener en pie o perder la capacidad de caminar (4, 5).
  • Tronco encefálico: Está en la base del encéfalo y es la zona donde se une la médula espinal y el cerebro. Este enlace permite comunicar el encéfalo y el cuerpo. Se ocupa de muchas funciones básicas; entre ellas, recoge información visual, auditiva y gustativa. Además,  controla las funciones vitales (latido cardíaco y la respiración) y el ritmo de sueño (4, 5). Está formado por los siguientes regiones (4, 5, 6):
    • Mesencéfalo: Es la parte superior del tronco encefálico, situado justo debajo del diencéfalo. Es el principal centro de los reflejos visuales y controla los movimientos oculares, cabeza y cuellos.
    • Protuberancia o puente: Es la zona intermedia del tronco encefálico y su función es conectar el mesencéfalo con el bulbo raquídeo. Entre las funciones, junto con el bulbo, participa en la regulación de la respiración.
    • Bulbo raquídeo: Es la región inferior de los tres. Y se haya por encima de la médula espinal, por lo que está en contacto directo con ella. Trasmiten múltiples impulsos nerviosos, controla tales como la tos, el vómito, la deglución y la respiración.

Figura 1: Segmentos principales del sistema nervioso central. Fuente: Plazas L. Valoración de la función del tallo del encéfalo. Enfermería Buenos Aires [Internet]. 2023. Disponible en: https://enfermeriabuenosaires.com/valoracion-de-la-funcion-del-tallo-del-encefalo/

Como anteriormente se ha mencionado, la corteza cerebral es la parte más superficial del encéfalo y está llena de pliegues que reciben el nombre de surcos o cisuras. La corteza cerebral se divide en dos hemisferios cerebrales (hemisferio izquierdo y derecho). El hemisferio izquierdo de dicha corteza controla la mitad derecha del cuerpo y el hemisferio derecho controla la otra mitad, es decir, la parte izquierda del cuerpo (5, 7).

La corteza cerebral se estima que contiene más de 80.000 millones de neuronas y la capa conjuntiva apenas tiene un grosor de entre 2 y 5 milímetros. La corteza se puede clasificar de diversas maneras, anatómicamente está divido en cuatro lóbulos cerebrales (frontal, parietal, temporal y occipital) y cada lóbulo se encuentra en dos hemisferios cerebrales (4, 8).

  • Lóbulo frontal: Se localiza en la región frontal de la corteza, es decir, en la frente. Se caracteriza por ser el más grande del cerebro por lo que su estructura se proyecta hacia regiones más superiores y profundas. Lleva a cabo actividades motoras voluntarias, la planificación, coordinación, ejecución y el control del comportamiento (9, 10).
  • Lóbulo parietal: Es la zona de la corteza cerebral que se sitúa posterior al lóbulo frontal. La función principal consiste en procesar información sensorial que llega desde diferentes regiones del organismo como el tacto, la temperatura el olor o el dolor (9, 10).
  • Lóbulo temporal: Desempeña un papel importante en el desarrollo de actividades de audición, lenguaje, aprendizaje y parte de la memoria (9, 10).
  • Lóbulo occipital: Es el lóbulo más pequeño de los cuatro lóbulos principales de la corteza cerebral. Se encuentra en la zona posterior del cráneo cerca de la nuca. Recibe información visual y proyecta información correspondiente hacia otras regiones cerebrales que se encargan de la identificación y la trascripción (9, 10).

Figura 2: Lóbulos cerebrales. Fuente: Pérez Segura P. Tumores cerebrales. Sociedad Española de Oncología Médica [Internet]. 2022. Disponible en: https://seom.org/113-Informaci%C3%B3n%20al%20P%C3%BAblico%20-%20Patolog%C3%ADas/tumores-cerebrales

 

Continuando con la corteza cerebral también se puede dividir según las áreas funcionales o también denominadas corticales. Teniendo en cuenta que cada área cortical cumple funciones complejas y determinadas, se explicara de manera breve la clasificación general de ellas (5, 8, 9):

  • Área sensorial: Reciben e interpretan informaciones sensitivas que se sitúan en determinadas zonas de la corteza cerebral. 
    • Área primaria sensitiva: Se encuentra en el lóbulo parietal y sirve para recibir y procesar toda la información a nivel de los sentidos. Las sensaciones deben de ser procesadas primero por el tálamo excepto el sentido olfatorio.
    • Área primaria visual: Situado en el lóbulo occipital. Responsable de los procesos visuales.
    • Área primaria auditiva: Está situado en el lóbulo temporal.
    • Área Wernicke: Se encarga del procesamiento y la comprensión del lenguaje. Situado en la corteza del hemisferio cerebral izquierdo o dominante del lenguaje cerca de la unión entre el lóbulo parietal y temporal, muy cerca del lóbulo occipital. A consecuencia de la lesión en esta área, los pacientes desarrollan afasia de Wernicke (afasia sensorial). Es decir, esta afasia consiste en la existencia de habla fluida y espontánea, pero sin coherencia con su interlocutor, al no comprender lo que se le dice (5, 8, 9).
  • Área motora: Se relaciona con los movimientos. Inician los movimientos voluntarios. Se sitúa en la parte anterior del lóbulo frontal. Está dividida en dos segmentos principales (5, 8, 9):
    • Área motora primaria: Está localizada en el lóbulo frontal. Es el encargado de controlar la ejecución de los movimientos del cuerpo. Es la región donde va desde la corteza cerebral hasta el tronco y la médula espinal; de esta manera, para dirigirse a los músculos periféricos. Una lesión en esta área producirá parálisis contralateral del músculo opuesto.
    • Área Broca: Su función es participar en la producción del lenguaje. Generalmente se sitúa en el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo o dominante del lenguaje. Cuando hay una lesión en este sector, se provoca un trastorno del lenguaje llamado afasia de Broca. En este caso el individuo habla con gran esfuerzo, usando frases incompletas. La comprensión aquí no está afectada, comprende perfectamente lo que se le dice.  
  • Áreas de asociación: Son áreas más grandes en el que participan en integraciones más complejas, como la memoria, las emociones, el razonamiento, la voluntad, el juicio y la inteligencia (5, 8, 9).

Consiste en recoger estímulos, elaborarlos y generar información sensorial adecuada. Todo el SNC está protegida por meninges y contiene Líquido Cefalorraquídeo (LCR) (6).

El SNC está envuelto por unos tejidos conjuntivos situados desde el hueso al tejido nervioso en el que protegen el encéfalo y la médula espinal, llamados meninges (4, 11). Son tres membranas meníngeas ordenadas de fuera a dentro (4, 6, 11):

  • Duramadre: Es la membrana más exterior de la médula, es gruesa y densa. Está en contacto con el tejido óseo.  Se constituye por dos capas; la primera, capa perióstica (capa más externa). Recubre la superficie interna del cráneo. La segunda capa se llama capa meníngea (capa más interna), se trata de una membrana fibrosa.
  • Aracnoides: Es la meninge intermedia, delgada ya que contiene algunas capas de células. Se encuentra justo debajo de la membrana duramadre y su función principal es distribuir el líquido cefalorraquídeo.
  • Piamadre: Meninge interna, cubierta con una sola capa de células, que protege tanto el encéfalo como la médula espinal. Se sitúa cerca de las estructuras nerviosas.

Y entre ellas se sitúan los siguientes espacios (4, 6, 11):

  • Espacio epidural: Es un espacio virtual que se encuentra entre las dos hojas que contiene la membrana duramadre. Contiene tejido adiposo y venas.
  • Espacio subdural: Se trata de un espacio virtual, situado entre la duramadre y la capa aracnoides.
  • Espacio subaracnoideo: Situado entre la membrana aracnoides y la piamadre. Por este espacio circula el líquido cefalorraquídeo, fluido incoloro. Cabe destacar que el LCR se encuentra alrededor del encéfalo, médula espinal y en las cavidades del SNC.

 

Figura 3: Meninges y espacios meníngeos. Fuente: Arroyo Santana MB. Urgencias y emergencias neurológicas. NPunto [Internet]. 2019;2(12). Disponible en: https://www.npunto.es/content/src/pdf/1553598815NPvolumen12.pdf?0.5943970666266978

La médula espinal comienza en el tronco encefálico (concretamente en el bulbo raquídeo) y baja por la columna donde le protegen las vértebras. La función principal es transmitir impulsos nerviosos a los 31 nervios raquídeos. De esta manera, la médula espinal es la encargada de comunicar el cerebro con el resto del cuerpo.  Al igual que el resto del SNC, contiene tres membranas (meninges) que envuelven toda la estructura. Como anteriormente se ha dicho, la médula está compuesta por sustancia gris (zona más central) y sustancia blanca (zona más periférica). En la zona donde se encuentra la materia gris se originan las raíces sensitivas (zona anterior / ventral) y las raíces motoras (zona posterior / dorsal). Tanto las raíces sensitivas y motoras se unen a ganglios por la cual se forman un par de nervios raquídeos por cada uno de los segmentos; en total, son 31 segmentos medulares (4, 5, 6).

Figura 4: Principales estructuras de la médula espinal. Fuente: Megías M, Molist P, Pombal MA. Atlas de histología vegetal y animal [Internet]. Disponible en:  https://mmegias.webs.uvigo.es/2-organos-a/guiada_o_a_01medula.php

 

SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO

Es un conjunto mayormente de nervios que controlan las funciones motoras y sensoriales. La función principal es conectar al SNC con los órganos, extremidades y la piel. De esta manera permite que el SNC pueda recibir y enviar información a otras áreas del cuerpo (5, 6). El SNP está dividido en dos grupos:

  • Sistema nervioso somático: Se encarga tanto de enviar como de recibir información sensorial y motora al SNC. Contiene dos tipos de neuronas. Las primeras son las neuronas sensoriales, también llamadas aferentes. Son las que trasmiten la información al SNC. Mientras que las neuronas llamadas motoras o eferentes, son las encargadas de trasmitir información desde el SNC al resto del cuerpo.  Está formado por 12 pares craneales que vienen desde el encéfalo y 31 pares raquídeos provenientes de la médula espinal (5, 6).
  • Sistema nervioso autónomo: Es el responsable de regular las funciones involuntarias del cuerpo. Por ejemplo, el ritmo cardiaco, la respiración y la digestión. Dentro de este sistema se dividen dos subgrupos que son los siguientes (5, 6):
    • Sistema parasimpático: Se encarga de mantener las funciones del cuerpo. Este sistema permite volver a la persona a su estado basal o de reposo, disminuyendo tanto el gasto cardiaco, como la respiración y la presión sanguínea.
    • Sistema simpático: Regula la respuesta al estrés producida por las hormonas. De esta manera prepara al ser humano para enfrentar a posibles amenazas de nuestro entorno. En esas situaciones, sube el gasto cardíaco aumentando la respiración, la presión arterial y sudoración. Estas respuestas ayudan a actuar con rapidez en situaciones de amenazas. 

EL SNP está formado por doce pares craneales (4, 5, 6):

  • I – Olfatorio: Nervio sensitivo. Constituido por las células de Schultze. Se explora pidiendo al paciente que identifique sustancias a través del olfato. La lesión de este nervio se manifiesta con anosmia o pérdida de olfato.
  • II – Óptico: Nervio sensitivo. Se explora mediante un examen de fondo de ojo, valorando el campo visual.
  • III – Oculomotor: Nervio motor. Responsable de la acomodación del cristalino y de los reflejos pupilares. Su alteración junto con el par craneal IV y VI produce visión doble (diplopía).
  • IV – Troclear o patético: Nervio motor encargado de la musculatura voluntaria de ojos y párpados. Se valorará si hay alguna alteración indicándole al paciente que siga un objeto con los ojos.
  • V – Trigémino: Nervio mixto con función motora (interviene en la masticación) y sensitiva. Recoge la sensibilidad de la cara, boca, lengua y dientes.
  • VI – Nervio ocular externo o abducente: Nervio motor encargado del movimiento del globo ocular. Su alteración producirá incapacidad para llevar el ojo hacia afuera.
  • VII – Facial: Nervio con función motora y sensitiva. Mueve la musculatura facial y recoge la sensibilidad de la lengua. La exploración de este nervio se realiza pidiendo al individuo que levante las cejas, sonría, enseñe los dientes y saque la lengua, entre otros.
  • VIII – Vestibulococlear o auditivo: Nervio sensitivo encargado de trasmitir la información auditiva a través del órgano de corti. Interviene también en el mantenimiento del equilibrio. Para detectar alteraciones se realiza exploración de la función auditiva y equilibrio.
  • IX – Glosofaríngeo: Nervio mixto. Participa en la masticación y la deglución. Por tanto su alteración provocará disfagia con el consiguiente riesgo de aspiraciones. También interviene en la sensibilidad de la lengua y de la faringe.
  • X – Vago o neumogástrico: Nervio mixto. Es el principal nervio implicado en la deglución.
  • XI – Espinal o accesorio: Nervio motor. Inerva la musculatura de los hombros.
  • XII – Hipogloso: Nervio motor encargado de la inervación de la legua coordinando los movimientos linguales.

Figura 5: Esquema sobre el sistema nervioso. Elaboración propia.

 

¿QUÉ TIPO DE PATOLOGÍAS PUEDEN NECESITAR UNA INTERVENCIÓN NEUROLÓGICA URGENTE?

ACCIDENTE CEREBROVASCULAR (ACV)

ACV también llamado ictus, es una enfermedad aguda que se produce al interrumpir bruscamente la circulación sanguínea cerebral. A consecuencia de interrumpirse el flujo sanguíneo de alguna de las arterias cerebrales, las funciones de este tejido del encéfalo fallaran de manera temporal o permanentemente. Es una enfermedad neurológica grave ya que de forma brusca y súbita se produce una alteración de las funciones cerebrales debido a un problema en la circulación sanguínea cerebral (12, 13). 

Dicha patología es tiempo-dependiente, en el que “el tiempo es cerebro”. Cuanto antes se actué, el daño será menor e incluso se puede salvar la zona del cerebro que se está infartando en el momento (14, 15).

 

EPIDEMIOLOGÍA

El ACV afecta mucho a los países desarrollados. La OMS señala que dicha patología es la segunda causa de muerte en adultos a nivel mundial (primera causa de mortalidad en las mujeres) y la principal causa de discapacidad e invalidez permanente, lo que afecta directamente a las actividades de la vida diaria. En España al año ocurren en torno a 100.000 casos de ictus, es decir, una media de un paciente cada seis minutos. De los pacientes en torno a un tercio quedan con secuelas y solo un 40% es autónomo para sus actividades básicas de la vida diaria (13, 15, 16, 17).

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los datos más significativos sobre las defunciones de ACV entre 2020 y 2022 son los siguientes:

Figura 6: Número de muertes por ictus en los años 2020-2022. Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE) [Internet]. Madrid; Defunciones según la causa de muerte. Disponible:https://public.tableau.com/views/CAUSAS_DE_MUERTE/Dashboard1?:showVizHome=no&:embed=true

Los análisis realizados por el INE y según la OMS prevén que en el año 2050 los adultos mayores de 65 años representen más del 46% de la población total y que entorno a la mitad de ellos pueda sufrir esta patología. El 15% de los casos es menor de 45 años (15, 16).

Cabe destacar que con la edad los casos aumentan, es decir, va creciendo en términos de prevalencia e incidencia. En general se producen más casos de ictus en mayores de 55 años. Teniendo en cuenta los últimos estudios, el 21% de la población mayor de 60 años puede sufrir un ictus en los próximos 10 años (15, 16).

 

COSTE SOCIO-ECONÓMICO

Para el sistema sanitario, esta situación supone una sobrecarga económica. Teniendo en cuenta que la esperanza de vida ha aumentado en los últimos años y la incidencia ha aumentado, se generan más necesidades y demandas. En consecuencia, el coste sociosanitario también está siendo mayor (13).

Entre el 2 y el 4% de los gastos sanitarios de los países desarrollados se invierten en ictus. Por cada persona que ingresa por este problema se gastan unos 4.000€ durante los primeros tres meses. Esto ocasiona un gasto sanitario nacional de aproximadamente 1.200 millones de euros (16, 17).

Por último, en los últimos años, gracias a los protocolos y unidades de precisión, tratamientos y avances en torno al ictus, se están reduciendo los costes y consiguiendo resultados cada vez más eficientes. De hecho, se evitan muchas consecuencias y complicaciones futuras (18).

 

TIPOS

Dependiendo el proceso de mecanismo, se diferencian el ictus isquémico y el hemorrágico. El 80-85% de los ictus son isquémicos y se debe a la obstrucción de una estructura vascular, en la que se forma un coagulo. Cuando el coágulo se origina en el lugar de la obstrucción, se llama trombosis cerebral. En cambio, se llama embolia cerebral si el coágulo llega desde otro lugar del organismo. El 15-20% de los ACV son hemorrágicos, es decir, se produce una rotura vascular (12, 14, 19).

Ocasionalmente, se produce el tipo de ictus denominado Accidente Isquémico Transitorio (AIT). En una zona del cerebro el flujo sanguíneo sólo se interrumpe temporalmente y los síntomas duran unos pocos minutos (12, 19). No obstante, existe una alta probabilidad de sufrir ictus isquémico tanto en los próximos días como en los meses, por lo que estas situaciones deben ser detectadas y tratadas a la mayor brevedad posible (20).

A continuación un resumen de los tipos de ACV recién clasificados.