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EL DUELO POR SUICIDIO EN LOS FAMILIARES. NECESIDADES E INTERVENCIONES, NPunto Volumen VII. Número 73. Abril 2024


EL DUELO POR SUICIDIO EN LOS FAMILIARES. NECESIDADES E INTERVENCIONES

Marco Ramo, Elena Enfermera especialista en salud mental en el Centro de Rehabilitación Psicosocial Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza).


THE BEREAVEMENT FOR SUICIDE IN THE FAMILY. NEEDS AND INTERVENTIONS

 

RESUMEN

El duelo de los familiares y allegados que han perdido a un miembro por suicidio es diferente al duelo por otra causa. El gran impacto emocional, el estigma, los sentimientos de vergüenza y culpa, la incomprensión del hecho y los pensamientos rumiativos centrados en buscar una explicación, hacen que la evolución del duelo no siga las fases de un duelo normal.

 La pérdida por suicido de un ser querido tiene consecuencias para el resto de la familia, físicas y psicológicas, incrementa el riesgo de suicidio de otro miembro. Afecta a las relaciones intra y extra familiares y al rendimiento académico y laboral. La evolución del duelo dependerá de cada caso en individual, pero hay factores como la relación con el fallecido, los mensajes de despedida, el método usado o la posibilidad de recibir apoyo, que influirán en el proceso. 

Tras recibir una noticia tan traumática, en un primer momento, los familiares buscan apoyo en su círculo más cercano, este apoyo llega a ser insuficiente y necesitan de la atención de los profesionales de la salud mental. Por ello, es imprescindible que los profesionales estén formados en este ámbito y conozcan las particularidades de un duelo por suicidio respecto a un duelo normal.

Palabras clave: Duelo, familiares, suicidio, consecuencias, riesgo de suicidio, salud mental.

 

ABSTRACT

The mourning of relatives and close friends who have lost a member to suicide is different from mourning for another cause. The great emotional impact, the stigma, the feelings of shame and guilt, the misunderstanding of the event and the ruminative thoughts focused on seeking an explanation mean that the evolution of grief does not follow the phases of normal grief.

The suicide loss of a loved one has consequences for the rest of the family, physical and psychological, it increases the risk of suicide of another member. It affects intra- and extra-family relationships and academic and work performance. The evolution of the duel will depend on each individual case, but there are factors such as the relationship with the deceased, the farewell messages, the method used or the possibility of receiving support, which will influence the process.

After receiving such traumatic news, at first, family members seek support in their closest circle, but this support becomes insufficient and they need the attention of mental health professionals. Therefore, it is essential that professionals are trained in this area and know the particularities of a duel due to suicide compared to a normal duel.

Keywords: Bereavement, family, suicide, consequences, suicide risk, mental health.

 

INTRODUCCIÓN

El suicidio viene del latín sui (uno mismo) cidio (matarse). Según la Real Academia Española (RAE), se conoce como acto voluntario al que una persona pone fin a su vida. El suicidio puede considerarse una muerte traumática, producida de forma violenta, prematura e inesperada1, 2.

El suicidio es multicausal, está muy ligado a la salud mental, puede deberse a una intensa tensión emocional o a una perturbación resultante de un evento que causa un profundo dolor psíquico por lo que el individuo solo desea morir. Se da cuando los recursos para afrontar el problema son menores que el sufrimiento que genera, es la única solución que le encuentra a ese problema. La mayoría de las personas que han contemplado suicidarse, posteriormente se arrepienten de ello, en realidad no querían poner fin a su vida, querían evitar la pena y el dolor3.

 No solo se debe a un factor o circunstancia en concreto, aunque sí que puede existir un último factor desencadenante. Es el motivo en el que los familiares piensan que es la única causa y que la podrían haber evitado3.

Es una muerte que se considera una tragedia humana, para la víctima es la única salida que encuentra, para la familia tiene repercusiones a  nivel individual y familiar y para los profesionales se considera un fracaso, casi la mitad de los pacientes que se suicidan han consultado con un profesional sanitario en el último mes4,5,6,7.

Los medios más frecuentes para llevar a cabo el suicidio suelen ser el ahorcamiento, dejarse caer al vacío, sobredosis de medicación, envenenamiento con pesticidas y uso de armas de fuego. En la población anciana la mayoría de los casos es por sobreingesta medicamentosa de hipnóticos, analgésicos y antidepresivos. Destacar que los hombres suelen usar métodos más violentos que las mujeres1,8.

Como paso intermedio entre la ideación y la conducta suicida está la comunicación suicida, es el acto en el que la persona transmite pensamientos, ideas o intencionalidad de quitarse la vida9.

La ideación suicida es el pensamiento que sirve de agente para la propia muerte. La gravedad varía en función de la especialidad de los planes de suicidio y del grado de interés suicida. La idea suicida debe considerarse como una emergencia sanitaria que requiere una valoración médica, supervisión y seguimiento por los profesionales o la familia y dependiendo del caso hospitalización9.

Para detectar estas ideas es importante que los profesionales de la salud mental valoren el riesgo suicida, especialmente en los pacientes con depresión. El objetivo es identificar los factores de riesgo y los protectores individuales de cada caso. Informar, ayudar, orientar y asesorar a quienes tienen estas ideas, se recomienda hablar de ello de forma directa y profesional. Hay que fomentar que el paciente pueda explicar cómo se siente, si se siente solo,  triste, con desesperanza, si piensa que es una carga para los demás o que vivir no merece la pena, si piensa en el suicidio…8,9

El intento o tentativa autolício es el comportamiento autolesivo con un resultado no mortal con evidencia explícita e implícita de que el sujeto pretendía morir. Son entre 10 a 30 veces más frecuentes que los suicidios consumados. También constituyen un problema de salud pública ya que puede tener como consecuencias lesiones físicas de gravedad. Los intentos por intoxicación son los más frecuentes ya que tienen más tendencia a recidivas, afectan a un 1.5% de la población. Cuando el sujeto interrumpe el intento antes de que se produzca daño físico se conoce como tentativa de suicidio fallida3,8.

Los perfiles de las personas que realizan intentos de suicidio y los que llegan a suicidarse es diferente (tabla 1).

Suicido consumado

-Hombres

-Mayores de 65 años

-Acto planificado

-Método de alta letalidad

-Escasa posibilidad de rescate

-Pocas señales de alerta previas

-Factores precipitantes prolongados

-Hostilidad baja

-Pocos antecedentes suicidas

-Menor psicopatología del carácter

Intento de suicidio

-Mujeres

-Personas jóvenes

-Acto impulsivo

-Método de baja letalidad

-Alta posibilidad de rescate

-Muchas señales de alerta

-Factores precipitantes coyunturales

-Hostilidad alta

-Muchos antecedentes suicidas

-Mayor psicopatología del carácter

Tabla 1. Fuente: Elaboración propia3,8-10

Cada persona que se suicida deja atrás a una familia y amistades, se estima que en cada suicido quedan 6 personas afectadas a nivel físico y psicológico, atraviesan etapas dolorosas y se evidencia una mayor incidencia de comorbilidades10.

La suicidología contemporánea ha establecido un término para los que sufren una pérdida por suicidio, “supervivientes”. Se refiere a quienes han tenido una pérdida por suicidio. Antiguamente sólo hacía referencia a los familiares, pero ahora ya contempla a todos los allegados de la víctima6,11.

EPIDEMIOLOGÍA

El suicidio se considera un importante problema de salud pública de primera magnitud a nivel mundial. Al año se están suicidando cerca de 800.000 personas, cifra  que ha aumentado un 60% en los últimos 50 años y tiene tendencia a seguir haciéndolo (imagen 1). La incidencia del suicidio a nivel mundial se considera la quinta causa de muerte, en el grupo de edad de 15 a 29 años es la segunda causa de muerte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)1.

La pandemia del Coronavirus ha impactado negativamente en la salud mental de la población ya que los factores de riesgo asociados al suicidio se han incrementado durante la pandemia. Aparecieron los problemas de desadaptación, soledad y la sobrecarga de tener que estar en casa. A esto se le suma la pérdida de trabajo, dificultad para acceder a los médicos, traumas, trastornos mentales1

A nivel mundial constituye el 57% de las muertes no naturales, se sitúa por encima del número de muertes por accidente de tráfico. Registra una tasa de incidencia de 114 suicidios/millón de habitantes. Se suicidan, 3.000 personas al día, 16 personas cada 100.000 habitantes; 1 persona cada 40 segundos. Hay 20 intentos autolíticos por cada suicidio consumado2.

Imagen 1. Mapa de suicidios en el mundo en 2022. Fuente: Informe del suicidio en España 20222

 

Los datos recogidos son variables según la población que se estudie, incluso dentro de un mismo país. Principalmente ocurren en países de bajos y medios ingresos1. La diferencia de suicidios entre ambos género es clara, en países como Rusia o Islandia se suicidan 5 veces más los hombres que las mujeres10,12, 13. Hay que tener en cuenta que los datos no son muy fiables, debido al estigma, la causa de la muerte no se registra como suicidio. Además, sólo se registran los suicidios consumados, no los intentos autolíticos, que se estima que son 20 veces más frecuentes2, 14.

En la Unión Europea (UE), se registran anualmente 50.000 muertes por suicidio, de los cuales el 70% son hombres. Las edades comprendidas entre 40 y 60 son las de mayor riesgo2.

España es uno de los países de la UE con menores tasas de suicidio, pese a ello los casos de suicidio están aumentando en los últimos años (Gráfico 1). En el año 2020, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), se ha alcanzado la cifra máxima con un total de 3.941 personas fallecidas, es decir, 10 personas al día, 1 persona cada 2 horas y media. España tiene una tasa de incidencia de 11 por 100.000 habitantes. La tasa es de 10,7 por cada 100.000 habitantes, duplicando las muertes por accidentes de tráfico, siendo 11 veces más que los homicidios y 72 veces más que casos de violencia de género2,12.

Gráfico 1. Suicidios en España del 2005 al 2021 por cada 100.000 habitantes12. Fuente: Elaboración propia

 

En el año 2020 las edades entre 40 y 59 años son las que más suicidios consumados han llevado a cabo en nuestro país. Es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. En 2022 es la primera vez que en España hay 14 muertes por suicidio en menores de 15 años, llegando a duplicar las cifras de 2019. En las personas mayores de 80 años el suicidio también ha aumentado en un 20%2. Y coincidiendo con los datos del resto del mundo son más los hombres los que llegan a suicidarse que las mujeres (Gráfico 2)9.

Gráfico 2. Suicidios en España del 2005 al 2021 en hombres y mujeres9. Fuente: Elaboración propia.

 

Analizando por Comunidades Autónomas, según datos del 2021 del INE, las Comunidades Autónomas de Asturias y Galicia son las que poseen tasas más altas de suicidio. En cambio, la Comunidad de Madrid es la que tiene las menores cifras. Más de la mitad de las provincias españolas tienen una tasa de suicidio por encima de la media nacional (Imagen 2)2,13.

Imagen 2. Mapa tasa de muertes por suicidio en España en el año 202113

 
FACTORES QUE SE RELACIONAN CON RIESGO DEL SUICIDIO
  • Edad:
    • En niños es poco frecuente, aumenta en la adolescencia, principalmente en forma de tentativas no consumadas en las mujeres3,10.
    • En adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años es la 2ª causa de fallecimiento, tras los tumores. El suicidio en esta franja de edad se debe a alteraciones del estado de ánimo, sobre todo la depresión. Cuanto antes aparece la depresión hay una mayor probabilidad de riesgo de suicidarese3,10.
    • En la población adulta entre la 10ª y 20ª causa3.
    • En los mayores de 65 años la tasa aumenta con la edad hasta llegar a 30 fallecidos por cada 100.000 habitantes en los mayores de 80 años. En este grupo es la 25ª causa de muerte, a pesar de ellos son el grupo de más riesgo por la letalidad, determinación y dificultad de prevención. El 90% de los que lo intentan por primera vez llegan a suicidarse. El método más utilizado en países desarrollados es la sobreingesta medicamentosa con hipnóticos, analgésicos y antidepresivos3.
  • Sexo: Los hombres se suicidan cuatro veces más que las mujeres, pero ellas lo intentan tres veces más. Aspecto que podría estar relacionado con  el método de hacerlo, los hombres usan métodos que tienen más posibilidades de llegar a la muerte, como armas; suelen tener reacciones más impulsivas y es más difícil detectar el pensamiento ya que hablan menos sobre ideas suicidas3,10.
  • Enfermedad mental: Tener alguna enfermedad psiquiátrica es el principal factor de riesgo. El 80-90% de los casos de suicidio se relacionan con un trastorno mental. La depresión es el trastorno mental con el índice de suicidio e intento de suicidio más elevado (10-15%), sobre todo la depresión psicótica; seguido de esquizofrenia y demencia y en tercer lugar los trastornos relacionados con el consumo de sustancias. También se relaciona con suicidio los trastornos de personalidad y los trastornos psiquiátricos post parto1,10.

Depresión:

La depresión es el problema de salud mental más frecuente, y al mismo tiempo, es el factor de riesgo más importante del suicidio. Requiere de una atención y seguimiento por parte de los profesionales de la salud mental.

El tratamiento principal son a nivel farmacológico los antidepresivos, pueden clasificarse según su perfil bioquímico; y a nivel psicológico destaca la terapia cognitivo-conductual, activación conductual, resolución de problemas, terapia psicodinámica breve…

Debido a los síntomas de la depresión se requiere una ayuda para restablecer los hábitos y rutinas del día a día, destacando aquí el papel de las enfermeras de salud mental. Si no se recibe tratamiento seguirán teniendo episodios depresivo hasta una o dos veces al año, pudiendo llegar al suicidio que es la mayor complicación, siendo la prevalencia mayor en personas ancianas.

Para que los profesionales puedan realizar una intervención de calidad requiere formación sobre cómo abordar la enfermedad, conocer sus signos y síntomas, el tratamiento y cuáles son los factores que les hacen más vulnerables a la conducta de suicidio.

Hay estudios que señalan que la presencia de dolor psicológico, más que la depresión como tal, es lo que estaría en base de la ideación y conducta suicida. El dolor psicológico es un síntoma prominente de las personas con depresión, se refiere a un sentimiento negativo asociado a frustraciones de tipo psicológico y a sentimientos de desconexión social. Una de las frases que dejan escritas las personas que se suicidan es “no puedo soportar más tiempo el dolor”, refiriéndose a un dolor mental8.

  • El periodo posterior al alta hospitalaria o cuando el paciente empieza a mejorar de un episodio depresivo es cuando hay un mayor riesgo de suicidio, ya que es cuando empieza a recuperar la energía para poder planificarlo y llevarlo a cabo3, 10.
  • Enfermedad física: Tener algún problema de salud física que sea limitante, crónica, que genere dolor y dependencia3, 10.
  • Antecedentes familiares de suicidios o enfermedades mentales3,10
  • Historia de intentos o amenazas previas de suicidio: Las conductas suicidas previas incrementan el riesgo de realizar otro intento 5-6 veces mayor que el resto de la población, especialmente durante los 3 meses posteriores. Hay pacientes suicidas crónicos con frecuentes auto-agresiones, pese a ello hay que vigilarlos ya que en algún momento pueden llegar a consumar el suicidio3,10.
  • Autolesiones3,10:
    • Nota de despedida
    • Actos realizados en anticipación de la muerte
    • Estar a solas
    • No buscar ayuda tras la autolesión
    • Verbalizar el deseo de morir
    • Pensar que la autolesión será mortal
    • Lamentar que no se llegara a consumar el suicidio
    • Continuar con el intento de suicidarse
    • Acto de autolesión planificado con antelación
  • Factores psicológicos y cognitivos3,10:
    • Impulsividad, agresividad
    • Perfeccionismo social
    • Apego inseguro
    • Dificultades para solucionar problemas
    • Agresividad
    • Desesperanza
    • Hostilidad
    • Baja autoestima
    • Sentimientos de fracaso
    • Inhibición emocional
    • Déficit de la función ejecutiva
    • Bajo nivel de competencia
  • Factores sociales3,10:
    • Precaria situación económica
    • Las personas solteras, separadas o divorciadas
    • Falta de red y apoyo social y familiar. Con el paso de años, en los ancianos la red social se ve más deteriorada, mayor probabilidad de quedarse viudo y perder a seres queridos
    • Orientación sexual, hombres y mujeres homosexuales y bisexuales tienen un riesgo de hasta 5 veces más que el resto de la población
    • Vivir en el medio urbano tiene una incidencia mayor que vivir en el medio rural
    • Eventos vitales estresantes recientes como jubilación, duelo, divorcio, emigración…
    • Entrono familiar y vivencias en la infancia
    • Maltrato físico o psicológico
    • Institucionalización, especialmente en la población anciana, ya que suele relacionarse con sentimientos de abandono, aislamiento, dificultades económicas o para manejar el dinero, cambio en la rutina
  • Factores laborales3,10:
    • Desempleados y trabajadores no cualificados
    • Militares
    • Profesionales sanitarios, se considera que los psiquiatras son los que tienen una incidencia mayor ya que están en contacto con la muerte y tienen una mayor facilidad técnica
  • Factores biológicos2,3:
    • Disfunción serotoninérgica
    • Disfunción dopaminérgica
    • Hiperactividad del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal con aumento de cortisol en el plasma
  • Factores genéticos2
    • Polimorfos en el gen de la triptófano hidroxilasa
    • Anormalidad de la codificación de la proteína COMT en el cromosoma 22
    • Marcadores GRIK2 y GRIA3
  • Medios de comunicación3,10:

Como ya se ha mencionado la estrecha relación entre los trastornos mentales, especialmente la depresión, y el suicidio o intentos de suicidio, se señalan los factores de riesgo de suicidio específicos en personas con trastorno de depresión8

  • Polimorfos en el gen de la triptófano hidroxilasa
  • Anormalidad de la codificación de la proteína COMT en el cromosoma 22
  • Marcadores GRIK2 y GRIA3
  • Ser hombreHistoria familiar de suicidio
  • Historia familiar de trastorno psiquiátrico
  • Mayor gravedad de síntomas depresivos
  • Desesperanza
  • Presencia de otros trastornos relacionas: Trastornos por consumo de alcohol o de otras sustancias, trastornos de ansiedad, trastornos de la ansiedad
  • Durante las primeras semanas tras el alta de un ingreso hospitalario por motivos psiquiátricos
  • Dificultades para dormir
  • Sentirse como una “carga” para los demás
  • No tener ningún motivo para vivir
  • Exhibir un comportamiento impulsivo en el pasado
  • Sentirse enfadado o con rabia
  • Aislamiento social

Identificar los factores de riesgo es de gran importancia para poder prevenir dicha conducta, para ello hay que tener en cuenta cuáles de estos factores son modificables y cuáles no lo son9  (Tabla 2).

Factores modificables

Factores no modificables

-Enfermedad mental

-Problemas físicos

 

-Edad

-Sexo

-Estado civil

-Situación laboral

-Creencias religiosas

-Apoyo social

-Conducta suicida previa

-Historia familiar

Tabla 2. Factores de riesgos modificables y no modificables para el suicidio9.

 

FACTORES PROTECTORES PARA LLEVAR A CABO EL ACTO DE SUICIDIO

Los factores protectores son los que disminuyen la posibilidad de un suicidio, se pueden dividir en personales o sociales2, 3, 10.

  • Personales:
    • Estabilidad psicológica y capacidad para la resolución de problemas
    • Tener confianza en unos mismo
    • Auto concepto positivo
    • Autocontrol emocional
    • Ser mujer, tener hijos
    • Habilidad para relaciones sociales
    • Flexibilidad cognitiva
    • Estar casado y con hijos
    • Locus de control interno
    • Rasgos de personalidad: Extraversión, apertura a la experiencia y responsabilidad
    •  El  trabajo, con una adecuada situación económica
    • Hábitos de vida saludables, no consumir alcohol ni otras sustancias
    • Nivel educativo
  • Sociales:
    • Buena red de apoyo social y familiar
    • Integración social
    • Prácticas religiosas
    • Tratamiento integral y a largo plazo para las personas con alguna enfermedad física o mental.

 

TIPOS DE SUICIDIO

Durkheim identificó 4 tipos de suicidios3,10.

  • Suicidio altruista: Es el que se hace para beneficiar al resto de los miembros de la comunidad a la que se pertenece. Los intereses de los demás se anteponen a los de la propia víctima.
  • Suicidio egoísta: Es el que se hace pensando en él mismo, se da en culturas individualistas en las que apenas hay unión entre la sociedad.
  • Suicidio anómico: Se da en sociedades que hay muchos cambios, crisis o desintegración de los miembros con la comunidad.
  • Suicidio fatalista: Se da en sociedades con demasiada regulación que produce una inadaptación de los miembros que no son capaces de soportar tanta presión.

 

PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

La prevención del suicidio ha aumentado desde la primera vez que la OMS publicó el primer informe mundial, son cada vez más los países que cuentan con estrategias nacionales. Pese a ello, sigue sin ser suficiente. Sólo 38 países tienen estas estrategias, siendo un número muy reducido. El objetivo que tienen es prevenir el suicidio consumado, evitar recidivas de los intentos autolíticos y controlar la idea suicida para que no se llegue al acto14.

Las líneas de acción para la prevención del suicidio deben de centrarse en9,16:

  • Desarrollo de programas preventivos para la población de riesgo
  • Formación a los profesionales sanitarios para detección de situaciones de riesgo
  • Educación a la población general y a los medios de comunicación
  • Mejorar el procedimiento de identificación, tratamiento y seguimiento de personas en riesgo
  • Eliminar el estigma y tabús de las enfermedades mentales y del suicidio
  • Promover la investigación sobre la prevención del suicidio

Los programas preventivos se diferencian en prevención primaria y secundaria:

  • Medidas de prevención primaria:
    • Programas educativos impartidos en escuelas y centros de trabajo9.
    • Formación a profesionales para detectar los casos de ideación autolítica9.
    • Creación de teléfonos de ayuda, desde el 10 de mayo de 2022 se activó en España el número de atención a personas con riesgo suicida, el teléfono es 024 (Imagen 3)9.
    • Dificultar el acceso a los medios para suicidarse, como poner barreras en puentes o limitar el acceso de la población a determinados medicamentos y a armas de fuego (Imagen 4)9.
    • La prensa y la televisión también desempeñan un papel importante, se recomienda que no traten el suicidio de forma sensacionalista, evitar especificar detalles, y aportar información precisa, responsable y ética9.
    • La OMS ha publicado una guía a los profesionales del periodismo sobre cómo transmitir noticias relacionadas con el suicidio de manera responsable8, 14.
  • Respecto a la prevención secundaria, se centra el trabajo en el sistema de atención a la salud. Destaca la importancia de que los sanitarios y especialmente los que se dedican a la salud mental, deben saber cómo evaluar el riesgo de intento de suicidio y cómo reaccionar para evitar que se lleve a cabo la conducta8, 14.

 

Imagen 3. El teléfono 024 atendió cerca de 15.000 llamadas durante su primer mes de funcionamiento15.