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BENEFICIOS DE LA TERAPIA DE PRESIÓN NEGATIVA VAC EN HERIDAS QUIRÚRGICAS CON DEHISCENCIA DE SUTURAS, NPunto Volumen VII. Número 75. Junio 2024


BENEFICIOS DE LA TERAPIA DE PRESIÓN NEGATIVA VAC EN HERIDAS QUIRÚRGICAS CON DEHISCENCIA DE SUTURAS

Vallejo Sánchez, Vanesa Graduada en enfermería, actualmente educadora diabetológica en el servicio de endocrinología y nutrición.


BENEFITS OF VAC NEGATIVE PRESSURE THERAPY IN SURGICAL WOUNDS WITH SUTURE DEHISCENCE

 

RESUMEN

Las nuevas tecnologías y la innovación constante en todo lo referente a la curación de heridas, hace que la enfermería esté en constante evolución y aprendizaje.

La práctica nos enseña que no podemos seguir utilizando métodos convencionales en la curación de heridas, hay terapias nuevas quizá poco o menos conocidas que nos ayudas a mejorar notablemente la curación de heridas.

Palabras clave: Tecnologías, innovación, curación, evolución, terapias.

 

ABSTRACT

New technologies and constant innovation in everything related to wound healing, makes nursing is constantly evolving and learning. Practice teaches us that we can no longer use conventional methods in wound healing, there are perhaps little or less known new therapies that help us to significantly improve wound healing.

Keywords: Technologies, innovation, healing, evolution, therapies.

 

INTRODUCCIÓN

En la antigüedad, los médicos asociaban la curación de una herida a la formación de pus, ante lo cual las cubrían con emplastos y apósitos para que esta drenase hacia el exterior.

Hasta que llegó Ambrosio Paré (padre de la cirugía moderna) que descubrió que mantener una herida cubierta y limpia era lo que podía curar la misma. Con lo que a partir de aquí, se ha buscado materiales que consigan favorecer una óptima evolución de las heridas.

Hoy se cuenta con gran cantidad de recursos para favorecer la cicatrización de las heridas de manera óptima, no obstante, a pesar de todos los avances y de toda la información de la que disponemos, no estamos capacitados para usarlos e indicarlos correctamente (1).

 

HISTORIA

El inicio de la medicina sucede casi al mismo tiempo que la aparición del hombre, surge de la necesidad de curarse y protegerse, por lo que se encontraron sustancias y plantas que aún se siguen usando en la actualidad.

En Egipto, usaban el aceite de ricino para aliviar zonas irritadas y curar heridas. El papiro de Edwin Smith trata las fracturas, heridas y luxaciones aplicando miel, grasa animal y tejidos con algodón, también describe diversos tipos de suturas cutáneas.

Los hebreos registraron la manera de preparar ungüentos para curar heridas.

En la India, Susruta describió el uso de apósitos y vendajes, con indicaciones para usarlos, y consta cómo el primer antecedente para la reconstrucción de nariz y orejas.

Los pueblos precolombinos curaban heridas mezclando hierbas astringentes con sustancias obtenidas de los huevos de diversas aves, y las cubrían con vendas o plumas.

Los aztecas abrían los flemones o abscesos con bisturís de obsidiana y suturaban las heridas con cabellos.

Los incas utilizaban diversas sustancias cómo el sulfato cúprico, el bálsamo de benjuí, la coca o los aceites de pepita para curar las heridas.

En la Grecia antigua, la curación de úlceras y heridas, se realizaba previa limpieza de éstas y tras la aplicación se sustancias vegetales o minerales acompañadas de vino, y drenaban las heridas con pus.

Durante las cruzadas, los cirujanos tuvieron la oportunidad de observar el proceso de cicatrización, el aquel tiempo, médicos como Ugo de Lucca o Henri de Mondeville, concluyeron que la mejor forma de sanar heridas era mantenerlas limpias, sin que fuese necesario que se formase pus, ya que este era más una complicación que un indicativo de sanación.

Guillermo de Saliceto, en el siglo XIII, en su libro “Cirugia Magna”, dice que para manejar correctamente una herida es necesario mantenerla limpia y suturarla lo antes posible. Es aquí cuándo podemos comenzar a darnos cuenta que empieza el manejo de la limpieza en la curación de heridas.

Pero no será hasta el siglo XV, cuando Paré, descubrirá que las heridas tratadas con esencia de rosas, tendrían un resultado más satisfactorio, puesto que producía menos inflamación que las tragadas con aceite hirviendo.

Será en los siglos XIX y XX cuándo se dé un gran salto en cuánto al avance del conocimiento de los microorganismos, y dice, que son capaces de producir una enfermedad y por lo tanto, de contaminar heridas. Así es cómo Semmelweis comienza a hablar del término “asepsia”, que aunque no fue muy bien aceptado por la comunidad médica, abrió la puerta a la aplicación de dicho término en los hospitales.

Lister, observó, que mantener las heridas limpias y sin contaminar era fundamental para obtener buenos resultados, así que aplica ácido carbólico previamente a la cirugía, comenzó a hacer esto, al conocer los estudios de Pasteur.

Paré, Semmelweis y Lister, permitieron que se sentaran las bases entre antisepsia y asepsia.

A partir de una conferencia de Lister, Robert Wood Johnson comienza una investigación para la creación de un apósito antiséptico (gasa impregnada con yodo), con el fin de conseguir la antisepsia en una herida y favorecer la curación.

En 1963 Winter, publicará que mantener una herida en un ambiente húmero, curará mejor que aquella expuesta permanentemente al aire, ya que la humedad impide la desecación y la deshidratación.

Actualmente se investiga constantemente sobre el proceso de la cicatrización, para poder comprender mejor su proceso molecular y manejar más adecuadamente la curación de las heridas y evitar complicaciones (cronicidad, infecciones…), para lo cual constamos con una amplia variedad de adhesivos, apósitos, suturas, pomadas… (2) (3) (4).

 

ANATOMÍA Y FUNCIONALIDAD DE LA PIEL

El órgano más grande de todo el cuerpo es la piel, supone el  15% del peso total del organismo (1.2-2 m2 y puede llegar a pesar 4 kg), también forma una túnica flexible que cubre totalmente la superficie corporal. Dicha túnica protege al organismo, haciendo que sea capaz de protegerse de agresiones químicas, mecánicas y térmicas.

Su función principal es la conexión y adaptación del individuo con el medio que lo rodea.

La piel junto a sus derivados (uñas, glándulas sebáceas y sudoríparas y cabello) componen el sistema tegumentario.

Contiene algunas secreciones que pueden destruir a las bacterias, y la melanina, que es un pigmento químico que protege a las células cutáneas de los rayos ultravioletas, que pueden dañarla.

También juega un papel fundamental en un gran número de funciones, cómo inmunológica, neurológica, metabólica y regulando la temperatura (al exponer la piel al frío se contrae, haciendo que la sangre que es caliente, no penetre en la piel, haciendo que adquiera la temperatura del medio al que está expuesta. Se debe a la función reguladora y constante de los vasos sanguíneos, que a pesar de la temperatura externa, hacen que la temperatura del organismo no descienda, ya que no dejan de enviar calor constantemente al organismo.

En ocasiones se pueden observar variaciones o cambios en la tonalidad de la superficie corporal, que pueden ser de gran utilidad a la hora de diagnosticar enfermedades no cutáneas, el organismo refleja diversas alteraciones a través de la piel.

El grosor de la piel varía de una región a otra, en algunas zonas puede ser más gruesa (plantas de los pies o palmas de las manos) y en otras puede ser mucho más delgada (párpados, superficies de extensión y flexión o pliegues).

Es un órgano sorprendente, que siempre es capaz de proteger el cuerpo humano frente a agresiones externas. (5).

 

CAPAS DE LA PIEL

EPIDERMIS

Es la capa externa de la piel, su principal función es la de formar una barrera externa en el organismo, protegiéndolo así e impermeabilizando la piel. Nos protege de bacterias, toxinas y pérdida de líquido.

Su espesor varía según la parte del cuerpo. Como mínimo tiene un espesor de 0.5mm, pero en zonas más gruesas puede llegar a medir hasta 5mm.

Esta a su vez está formada por 5 subcapas compuestas por “queranocitos”, que son unas células, producidas en la capa más interna que migran hacia la superficie cutánea dónde a su vez experimentan una serie de cambios. A éste proceso se le conoce cómo “queratinización”, encargada de conferir diferencias en cada una de las subcapas:

  1. Capa basal: es la parte más interna, aquí se producen los queranocitos.
  2. Capa espinosa: aquí los queranocitos producen queratina (fibras de proteína), llegando a tener forma de huso.
  3. Capa granular: aquí comienza la queratinización, es decir, las células producen gránulos de consistencia fuerte y conforme éstos van ascendiendo, van cambiando su forma a queratina y líquidos epidérmicos.
  4. Capa clara: aquí las células están aplanadas y comprimidas, no llegando a distinguirse unas de otras.
  5. Capa córnea: parte más externa, y contiene de promedio, alrededor de 20 subcapas de células muertas aplanadas, según la parte del cuerpo que recubra. Estas se desprenden cíclicamente en un proceso llamado “descamación” (eliminación de las células muertas). Aquí también se asientan los poros de las glándulas sudoríparas y las aperturas de las glándulas sebáceas (6) (7).

 

DERMIS

Es la capa media de la piel, elástica, gruesa aunque firme. Está muy vascularizada, encargada de apoyar al tejido conectivo.  Es muy elástica y fuerte debido principalmente a su elevado contenido en fibras. Su estructura firma ayuda a amortiguar los traumatismos externos, y cuándo se daña, contiene tejidos conectivos (mastocitos y fibroblastos) que poseen la capacidad de curar las heridas.

Está compuesta por dos capas:

  • Dermis reticular: es la capa más gruesa y profunda, rica en fibras, encargada de aportar firmeza al tejido conjuntivo cutáneo, se mezcal en la profundidad con el tejido subcutáneo.
  • Dermis papilar: está formada por tejido conjuntivo superficial, es delgada y muy rica en vasos sanguíneos y células, en su superficie se encuentran numerosos capilares y papilas.

En la dermis encontraremos:

  • Vasos linfáticos y sanguíneos: se encargan de garantizar la oxigenación y la nutrición necesarias para las células, para la migración de los anticuerpos y la eliminación de residuos.
  • Glándulas sebáceas y sudoríparas: las glándulas sebáceas son las encargadas de producir sebo que a su vez lubrica y suaviza la piel. Las sudoríparas son imprescindibles para la eliminación de residuos y ayudan a regular la temperatura.
  • Los folículos pilosos: protegen la superficie corporal a través de los pelos que producen.
  • Fibras de elastina y colágeno: ambas proporcionan firmeza a la piel y la ayudan en su movimiento.
  • Los nervios: encargados de la función sensorial de la piel, tales como frío, dolor, reacción al calor…
  • Fibroblastos: son las células más abundantes de la dermis, producen el colágeno y las fibras elásticas que se encargan de formar la estructura cutánea.
  • Macrófagos: células blancas sanguíneas encargadas del sistema inmune  innato, son una parte de la defensa en primera línea ante una infección. (6) (7).

 

HIPODERMIS

Capa más interna de la piel, en ella se almacena energía, agua y grasa, y sirve de aislamiento para el cuerpo, por lo que juega un papel primordial en la regulación de la temperatura cutánea y corporal.

En íntimo contacto con las capas musculares.

Su espesor (cantidad de células adiposas) es diferente en las diferentes zonas del organismo y depende también del sexo.

Se compone fundamentalmente de:

  • Vasos sanguíneos y nervios.
  • Septos tisulares: fibras colágenas que esponjan y ablandan los tejidos conectivos que mantienen unidas las células adiposas.
  • Adipocitos: células adiposas que se fusionan entre si formando pequeños grupos “tipo almohadilla”. (6) (7).

 

Histología de la piel.

 

DEFINICIÓN DE HERIDA

Una herida cutánea es una lesión o daño que se produce en la superficie de la piel, interrumpiendo la continuidad y la integridad de la misma. Son muy frecuentes y en algunas ocasiones pueden ser graves incluso comprometer la vida de los pacientes.

Pueden producirse por causas muy diferentes, y su proceso de curación dependerá de factores muy amplios. Para ello deberemos clasificarlas atendiendo a su duración y su etiología (8).

 

TIPOS DE HERIDAS

HERIDAS AGUDAS

Se produce la destrucción de la integridad cutánea, afectando la epidermis y la dermis. Suelen definirse cómo heridas de repentina aparición.

Algunas de ellas producen complicaciones graves en los pacientes, aunque habitualmente, si reciben un tratamiento adecuado se curen y sin secuelas.

Hay heridas clínicamente bien cicatrizadas, pero al afear el aspecto de la persona pueden perjudicar su calidad de vida.

En lo posible, se deberá seguir técnicas de intervención y curación que no sólo consigan la cicatrización, sino también la mínima desfiguración posible.

Una lesión facial, incluso después de estar curada, puede suponer una complicación grave para el paciente, ya que puede derivar en una desfiguración, en complicaciones psicológicas y problemas familiares, laborales o emotivos.

Un porcentaje de heridas pueden experimentar complicaciones, durante la curación pueden producirse hematomas, infecciones, necrosis o dehiscencia de suturas.

Los hematomas y las infecciones producen aumento de tensión e inflamación en la herida suturada. La tensión puede reducir el aporte sanguíneo, enlenteciendo el proceso de cicatrización, incluso puede provocar la muerte celular, con la consiguiente necrosis, una de las complicaciones más graves de las heridas (9).

 

QUEMADURAS

Deterioro de la integridad de la piel y de los tejidos, existiendo relación directa entre el tiempo de exposición y el agente causal.

La evolución de la curación dependerá de varios factores, cabe destacar el tiempo de exposición, la temperatura y la superficie quemada.

Su etiología suele ser diversa, pueden ser causadas por congelación, por radiación ionizante o no ionizante, por químicos, por electricidad o térmicas.

Los factores que nos indicarán la gravedad de la herida son la extensión, la localización, la profundidad, el agente causante, las patologías asociadas, traumatismo asociado, tratamientos previos existentes y la edad del paciente.

Las quemaduras pueden clasificarse atendiendo a diferentes criterios, aunque el más extendido se hace en función de su profundidad. Con lo que existen quemaduras de primer, segundo y tercer grado.

  • Primer grado: son las que afectan a la capa superficial de la piel, la epidermis. Exponerse prolongadamente a las radiaciones solares o a una fuente que produzca calor, suelen las causantes de éstas lesiones. Los síntomas asociados a éstas son inflamación moderada, elevada sensibilidad en la zona, piel enrojecida, ampollas subcutáneas intradérmicas y dolor intenso.
  • Segundo grado: pueden ser superficiales o profundas.
    • Superficiales: afectan tanto a la dermis cómo a la epidermis, sus síntomas principales son ampollas y dolor intenso.
    • Profundas: éstas implican daños en la capa media cutánea, afectando a las glándulas sudoríparas o a las productoras de grasa, los síntomas que presentan son carbonización y pérdida de tejido cutáneo.
  • Tercer grado: aquí están afectadas todas las capas de la piel, incluida la hipodermis, que es la capa más profunda. Estas destruyen vasos linfáticos y sanguíneos, terminaciones nerviosas, folículos pilosebáceos y glándulas sudoríparas. Los síntomas que aparecen son edema, sobreinfección, necrosis, pérdida de capas de la piel, aspecto negruzco acartonado o blanquecino y ausencia de dolor, esto último se produce porque las terminaciones nerviosas han sido destruidas (9) (13).

 

Clasificación de las quemaduras.

 

HERIDAS QUIRÚRGICAS

Se produce una interrupción en la integridad cutánea dentro del ámbito sanitario, existiendo medidas de asepsia y todo ello para obtener un objetivo terapéutico o reparador.

Estas heridas pueden cicatrizar:

  • Por primera intención: los bordes se aproximan y se cierra la herida. Normalmente a las 48 horas la piel ya ha creado una barrera protectora, y en 2-5 días ha disminuido la infección optimizando la cicatrización cutánea.
  • Por segunda intención: suele suceder en heridas infectadas y hay un retraso en la cicatrización primaria, normalmente por infección y/o cuerpo extraño, en éste caso la herida se mantiene abierta con o sin drenaje y tardará más en cicatrizar. Al dejar la herida abierta, esta se cerrará espontáneamente con un retraso mayor o menor. La herida debe cicatrizar desde el interior hacia el exterior, evitando así el riesgo de recidiva en la herida (10).

 

Herida traumáticas

Los diferentes tipos de traumatismos implican una amplia variedad de heridas que dependerán de la causa que las haya originado.

Dichas heridas pueden impactar gravemente en los diferentes sistemas corporales y provocar una pérdida importante de piel.

Habitualmente éste tipo de heridas suelen evolucionar hacia la curación sin complicarse, desgraciadamente algunas de éstas heridas agudas no curarán adecuadamente llegando a convertirse en crónicas, retrasando considerablemente la curación y empeorando la calidad de vida del paciente.

Hay diferentes factores que pueden retrasar el proceso de cicatrización de una herida, pudiendo estar relacionado con una inadecuada técnica de cierre quirúrgico, infección de la sutura o mal estado general previo del paciente (10) (11).

 

HERIDAS CRÓNICAS

Se considera herida crónica aquella que tarda en curar entre 21 días y un mes. Suele presentar un aspecto inflamatorio establecido permanentemente en la lesión y que no permite a la herida continuar con el proceso normal de la cicatrización.

Podemos incluir dentro de ésta clasificación las úlceras por presión, el pie diabético y las heridas agudas de larga evolución.

El desarrollo de la infección, un trauma repetido, la presencia de restos celulares en la herida o la hipoxia en la piel puede hacer que se retrase la cicatrización de la herida al crear permanentemente un ambiente inflamatorio.

El entorno de una herida crónica está caracterizado por un desequilibrio entre los factores de crecimiento que estimulan los fibroblastos para generar nuevo tejido y la degradación de los tejidos dañados por las metaloproteasas de la matriz. (MMP) Que la producción excesiva de las metaloproteasas juega un papel perjudicial en la cicatrización de estas heridas está ampliamente demostrado, del mismo modo, que el hecho de que su neutralización, previene la cronicidad y acelera la cicatrización.

Pacientes con éste tipo de heridas suelen padecer niveles de estrés emocional y físico. (11).

 

HERIDAS INFECTADAS

Cualquier herida que esté abierta es susceptible de padecer una infección, que se produce cuándo hay una respuesta por parte del huésped a las bacterias que colonizan la herida.

La infección puede propagarse rápidamente tanto a nivel sistémico cómo local y producir complicaciones graves si no se controla con celeridad la extensión de la infección (13).

 

¿QUÉ ES UNA INFECCIÓN?

Proceso en el cual un microorganismo patógeno entra en contacto con una herida o en el interior del organismo humano.

Estos poseen la capacidad de ser transmisibles, invadir los tejidos, adherirse a las células huésped y evitar el sistema inmune del huésped.

Se entiende por invasión el proceso mediante el cual el organismo patógeno puede penetrar en el organismo (bacterias, hongos, virus, parásitos…) diseminándose por él.

Cuándo el microorganismo o la reacción que provoca en el sistema inmunitario tras la invasión del organismo provocan daños en la persona, es el momento en el que se produce una infección.

El ser humano puede estar colonizado (presencia de microorganismos en la superficie interna del aparato digestivo, mucosas o piel) o no, no produciendo enfermedad en este último caso.

El resultado de la infección dependerá de la virulencia del agente infeccioso, el estado de las defensas naturales del organismo y del número de microorganismo que penetren (11) (13).

 

COMPLICACIONES DE LA INFECCIÓN

La infección precisa tratamiento, sin él puede conducir a la exposición de estructuras anatómicas tales cómo huesos o ligamentos. Los síntomas pueden ser fatiga, fiebre, linfangitis regional y hallazgos anormales en el laboratorio (proteína c-reactiva y velocidad de sedimentación).

En los pacientes de elevado riesgo (diabéticos, obesos, inmunodeprimidos, ancianos…) con infecciones sistémicas hay una mayor probabilidad de muerte.

La infección siempre precisa tratamiento antibacteriano general o local (13).

 

PRINCIPIOS DE CURACIÓN DE LA HERIDA

Es un proceso natural del organismo, la cicatrización de las heridas está principalmente dirigida por el tejido epidérmico y dérmico.

Cuándo se produce una herida, un conjunto complejo de procesos bioquímicos en el organismo, comienzan a sucederse en cascada, consiguiendo así que el daño producido sea reparado.

 

PROCESO DE CICATRIZACIÓN

Es un proceso biológico encaminado hacia la curación de las heridas, por medio de interacciones y reacciones celulares, cuya diferenciación y proliferación está mediada por citoquinas (la respuesta adaptativa e innata del sistema inmunológico se desencadena gracias a que éstas células son capaces de comunicarse entre sí una vez que se han activado).

Se puede dividir en tres fases, existiendo cierto grado de solapamiento entre ellas (15).

 

FASE INFLAMATORIA

Comienza inmediatamente y, en las heridas agudas puede durar desde unas horas a varios días. En heridas crónicas, éste proceso puede tener una duración mucho mayor.

Después de la ruptura de los vasos sanguíneos que cubren la herida, se forma un coágulo (formado por fibronectina y fibrina) que da forma a una matriz extracelular, las plaquetas comienzan a segregar y a activar mediadores para reclutar células antiinflamatorias (macrófagos y neutrófilos polinucleares), células endoteliales y fibroblastos, consiguiendo así controlar el proceso infeccioso. Al final de ésta fase se controla el sangrado y a través de la fagocitosis se limpia el lecho de la herida (15).

 

FASE PROLIFERATIVA

Esta fase de granulación comienza rápidamente gracias a la proliferación de los fibroblastos y las células endoteliales, que se encargan de la formación de nuevos vasos sanguíneos y de la síntesis de una nueva matriz extracelular (MEC).

La nueva MEC comienza a formarse, mientras la antigua es degradada  por las proteasas, que  gracias al desbridamiento autolítico de la herida y la migración de las células ayudan a la formación de la nueva MEC. Después de la lesión sus niveles aumentarán, y disminuirán cuándo la inflamación comience a remitir.

Los fibroblastos empiezan a adquirir las características y morfología bioquímicas de las células de la musculatura lisa para convertirse en miofibroblastos (responsables de  la reorganización y la síntesis de la MEC) (8) (15).

Después y gracias a la migración de las células epiteliales a los bordes de la herida comienza a epitelizarse la piel.

Los queranocitos serán a continuación, los encargados de restaurar la función barrera de la epidermis.

 

FASE DE REMODELACIÓN

Puede llegar a durar varios meses incluso años, dará como resultado la formación de la cicatriz.

Su característica principal será el depósito de colágeno en la herida. Es importante la cantidad, calidad y organización de éste en ésta fase. Un aumento excesivo en la cantidad puede dar lugar a problemas como queloides o cicatrices hipertróficas.

Es esta fase las proteínas predominantes son la fibronectina y la fibrina, ya que serán reemplazadas por glicosaminoglicanos y proteoglicanos que van a ser los responsables de la cicatriz, que estará formada principalmente por colágeno.

Hay varios tipos de colágenos implicados en éste proceso, en el proceso inicial será el tipo III, que no será capaz de dar la fuerza apropiada a la cicatriz, al contrario que el tipo I, que será su reemplazo y predominará en la piel sana.

La diferencia principal de una cicatriz respecto a la piel sana es la reorganización del colágeno, al finalizar éste proceso la cicatriz estará formada por una estructura parecida a la de la piel sana en un 80%, y con apariencia de cicatriz no eritematosa, resistente y plana.

Los factores del crecimiento y las citoquinas son unos mediadores encargados de regular todo este proceso de una forma normal (15).

              

Fases de cicatrización de una herida.

 

CUIDADOS DE LAS HERIDAS

Los diferentes protocolos de atención a las heridas dependerán de diversos factores, y serán específicos en los diferentes hospitales o áreas y centros de salud.

No obstante, antes de comenzar los cuidados sanitarios, los profesionales deben garantizar que el diagnóstico y evaluación de cada caso individual es completo y que se ha podido averiguar el origen de la herida.

 

CURAS EN UN MEDIO HÚMEDO VERSUS AMBIENTE SECO
CURAS EN AMBIENTE HÚMEDO  (CAH)

El doctor George D. Winter demostró en 1962 que las heridas superficiales que se cubren con un apósito impermeable son capaces de epitelizar de forma más rápida que las que quedan expuestas al aire. Dicha hipótesis se basaba en formular, que la costra que habitualmente se formaba sobre las heridas retrasaba la epitelización. Demostrando así que las heridas en un ambiente húmedo, prevenían la formación de una costra y aceleraban el proceso de la cicatrización (16).

                                               

Descripción gráfica de un ejemplo de cura húmeda.

 

 

¿EN QUÉ CONSISTEN LAS CAH?

Procedimiento en el cual se trata de mantener la herida aislada del exterior mediante un medio húmedo y semioclusivo, que debe estar en contacto permanente con el exudado de la herida.

Gracias a todo esto, es posible conseguir un PH ligeramente ácido, capaz de provocar un efecto bacteriostático (aquél que no produce la muerte bacteriana, sino que impide su reproducción, la bacteria envejece y muere sin dejar descendencia. Estas sustancias son secretadas por los organismos como medios defensivos contra las bacterias) y una mínima tensión de oxígenos en la superficie que produce la estimulación de la angiogénesis (formación de vasos sanguíneos).

También es necesario mantener la humedad y la temperatura adecuadas para favorecer las reacciones químicas, el desbridamiento de tejido desvitalizado y la migración celular.

La CAH es capaz de aportar las mismas cualidades que poseen las heridas en las primeras fases de su propia evolución natural.

Los apósitos de CAH pueden mantener un equilibrio en la humedad de la piel perilesional, la herida y proteger las úlceras o heridas de agresiones externas químicas, físicas o bacterianas (16).

 

EFECTOS DE LAS CAH SOBRE LAS HERIDAS
  • Fase inflamatoria menos duradera y de menor intensidad.
  • Los queranocitos proliferan con más rapidez, ya que son esenciales para la formación de nuevos tejidos.
  • Aumenta la formación de fibroblastos.
  • Aumenta la síntesis de colágeno.
  • La angiogénesis es estimulada.
  • La inactivación de las células inmunocompetentes se previene.
  • Comienzo precoz de la fase de cicatrización.
  • El desbridamiento autolítico se facilita.
  • Mayor confort y facilidad de uso, reduce el dolor de las curas siendo menos traumática.
  • La herida queda libre de tejido necrótico.
  • Menor frecuencia de curas y por consiguiente de levantamiento del apósito.

Hay diversos apósitos  y pomadas que pueden favorecer a las CAH (hidrocoloides, alginatos, hidrogeles, apósitos de plata…), cabe destacar en éste apartado la terapia de presión negativa o sistema de vacío (tema principal que nos ocupa y que será desarrollado más ampliamente en páginas posteriores) (15) (16).

 

CURAS EN AMBIENTE SECO (CAS)

También conocida como cura tradicional. En ella se utilizan apósitos pasivos junto a antimicrobianos tópicos y/o antisépticos que se aplican diariamente o con una frecuencia mayor.

 

                                        

Descripción gráfica de un ejemplo de cura seca.

 

¿EN QUÉ CONSISTEN LAS CAS?

 

Se trata de mantener la herida seca y limpia para evitar las infecciones, aunque ello conlleve un retraso en la cicatrización.

En dicha cura es necesario tener máximo cuidado al retirar el apósito, ya que los pacientes suelen referirse a éste momento cómo uno de los más dolorosos.

Se debería limitar este tipo de cura seca en las heridas quirúrgicas en las que se pretenda la curación por primera intención, o en zonas gangrenadas o necrosadas cuya finalidad sea contener la zona necrosada que posteriormente se extirparía en el quirófano (8) (16).

 

EFECTOS DE LA CAS SOBRE LAS HERIDAS
  • Precisan más cambios de apósitos ya que la capacidad de absorción de éstos es mucho menor. Favoreciendo también el contacto entre el ambiente patógeno y la herida, aumentando así el riesgo de infección.
  • Existen fugas del exudado, favoreciendo la maceración de la piel perilesional y produciendo incomodidad manifiesta en el paciente.
  • Al retirar el apósito es frecuente retirar también células viables, ya que dicho apósito no diferencia un tejido de otro cuándo se adhiere.
  • Mayor probabilidad de ampollas en la zona perilesional.
  • Frecuentes alergias en la piel provocadas por los esparadrapos (16).

 

Conclusiones

Todos los datos observados hacen que la evidencia se incline a favor de la CAH frente a la CAS.

También queda demostrado la ventaja respecto al coste, que es inferior en las CAH (número de curas, tiempo de la enfermería, días en el hospital…).

 

BACTERIOLOGÍA DE LAS HERIDAS

Debido a la colonización natural de la piel, es normal encontrar en ella la presencia de bacterias normales, y entre ellas, inevitablemente las bacterias patógenas presentes en las heridas.

Dependiendo del tipo y de la cantidad de bacterias presentes y de la respuesta del cuerpo podemos encontrarnos con dos tipos diferenciados de colonización bacteriana.

 

COLONIZACIÓN

Es la presencia de bacteria dentro de la herida sin que se produzca una respuesta inflamatoria.

La mayoría de las colonias formadas por  bacterias en las heridas agudas son producidas por bacterias (estafilococos y estreptococos), que “viven” en circunstancias normales en la piel sin heridas, denominándose “organismos comensales”.

La comunidad de bacterias en las heridas crónicas es muy variada, incluso las que forman “organismos comensales”. Después de multiplicarse dentro de la herida y adherirse a las células epiteliales, se establece un equilibrio entre el paciente y la flora bacteriana.

Los microorganismos son capaces de adherirse y mantenerse en la superficie de la herida y formar una biopelícula.

 

BIOFILM

Comunidades microbianas complejas formadas por hongos y bacterias.

Son capaces de producir y secretar una matriz protectora con capacidad para adherirse a una superficie viva o no viva. Son comunidades dinámicas y heterogéneas que mutan constantemente. Pueden contener una especie fúngica o bacteriana o contener diversas especies  (17) (8).

 

FASES EN LA CICATRIZACIÓN

CICATRIZACIÓN POR PRIMERA INTENCIÓN

Este proceso hace referencia a heridas quirúrgicas o traumáticas que son suturadas quirúrgicamente.

La primera fase de este proceso se refiere a la restauración de la continuidad cutánea, corresponde al tiempo posterior en el que se termina de suturar la herida.

Las suturan se retiran normalmente entre 10-15 días después, la duración de éste periodo no es estática, ya que depende de varios factores, dependientes del tipo de herida, el grosor de la piel, tensión en los bordes, características del paciente…

Cuándo se retiran los puntos de sutura aún no ha terminado la curación, ya que aún puede observarse cierta inflamación que puede llegar a durar hasta dos meses. Transcurrido este tiempo, la inflamación se reducirá, dando lugar a una cicatriz que irá reduciendo su tamaña progresivamente, aunque no llegando a desaparecer por completo.

 

CICATRIZACIÓN POR SEGUNDA INTENCIÓN

En este proceso la herida queda abierta. Se utiliza principalmente cuándo la pérdida de tejido es importante, cuándo hay riesgo de infección o cuando la superficie es extensa pero de profundidad menor.

En este tipo de heridas normalmente suele ser necesario el desbridamiento para poder llegar a la curación. A partir de ahí, la cicatrización progresaría hacia la granulación y la epitelización (15).