En un esfuerzo por reducir los errores de comunicación que tienen lugar durante el traspaso de información en la transferencia del paciente, numerosos profesionales sanitarios pertenecientes a la organización en Colorado, Kaiser Permanente, adaptaron el modelo SBAR (situación, antecedentes, evolución, recomendación), modelo creado por la Navy de los Estados Unidos. SBAR es un modelo que facilita la comunicación entre profesionales y evita un daño iatrogénico.
El esfuerzo por protocolizar el traspaso de información en enfermería ha incrementado en los últimos años, es tan importante el acto de comunicar como el de escuchar, ya que se traspasa una responsabilidad. El principal objetivo es recalcar la importancia del traspaso de información. Numerosos estudios internacionales han comprobado la eficacia de seguir un protocolo en comunicación basado en el modelo SBAR.
SBAR no sólo permite una comunicación interprofesional entre enfermeros/as, sino que permite una comunicación más amplia con más profesionales sanitarios.
Palabras clave: SBAR, comunicación, información, profesionales, enfermería, protocolo, eficacia.
In an effort to reduce communication errors that take place during handoffs, members of Kaiser Permanente organization in Colorado adapted the SBAR (situation, background, assessment, recommendation) communication template. SBAR allows clinicians to communicate clearly and easily and therefore prevents from iatrogenic harm.
Lately the effort to standarize the handover between nurses has increased, it is as important to communicate as to listen to what it is said in order to take responsibility. The main goal is to stress how important it is the act of handing over the information. Several international studies have come to conclusion that using SBAR template is effective.
SBAR does not only let you communicate between nurses but also with other clinicians.
Keywords: SBAR, communication, information, professionals, nursing, protocol, effectiveness.
En el medio sanitario, el traspaso de información forma parte del trabajo clínico diario que, en este caso, acontece entre enfermero-enfermero o enfermero-profesional sanitario y es un componente esencial para garantizar que se transmite la información clara y concisa sobre el estado clínico de un paciente. La "Joint Commission" define transferencia de información como: "Un proceso en el que se comunica información específica de un paciente de un sanitario a otro con el fin de asegurar la continuidad de cuidados y su seguridad".
Durante este proceso, la información sobre los cuidados aplicados al enfermo, tratamiento, el estado clínico actual y cualquier cambio reciente, debe ser clara, completa y lo más precisa posible para evitar cualquier suceso que afecte perjudicialmente al paciente. La pérdida de información durante el traspaso de información de sanitario a sanitario ha sido descrita y estudiada en multitud de casos en el entorno hospitalario, en emergencias se une el factor estresante de la situación. Ya en 2005, Bruce y Suserud describieron cómo los pacientes trasladados en ambulancias al hospital eran los más perjudicados.
Implementar un protocolo estandarizado mejoraría el proceso de traspaso de información previniendo errores y omisiones de comunicación sobre el paciente. Protocolizarlo implicaría detallar qué información debe ser transmitida y quienes deben estar presente en esa transferencia. Con ello, tanto el enfermero que está al cuidado del paciente como el que lo recibe tienen claro las expectativas de la información que debe conocerse, comunicarse y actuar en base a lo recibido. En definitiva, deben compartir un mismo modelo mental de entendimiento y conocimiento. Según un informe del Ministerio de Sanidad (estudio SYREC), los factores relacionados con la comunicación estuvieron presentes en un 5.76% de los incidentes sanitarios y en más de los casos centinela lo que se asoció a un aumento de la estancia hospitalaria, errores en el tratamiento y aumento del gasto sanitario.
En nuestro país, la estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2015-2020 ha promovido la comunicación entre profesionales para asegurar que la información transmitida sea precisa, dirigida al profesional correcto, y recomienda la implementación de técnicas de comunicación estructurada.
SBAR consiste en una estrategia de comunicación desarrollada originalmente por la Naval de los EE.UU. y más tarde adoptada por otros sectores, como el de la salud. Proporciona un modelo de comunicación para los equipos sanitarios con el fin de compartir y transmitir información estructurada (también en formato papel) del paciente, siguiendo unos parámetros que obligan a comunicar paso a paso la situación clínica del paciente.
La seguridad del paciente es crucial para una atención sanitaria efectiva y de calidad y fue definida por la "Alianza Mundial por la Seguridad del Paciente" de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "la reducción del riesgo de un daño innecesario relacionado con una atención sanitaria mínima aceptada".
Mejorar la comunicación entre enfermeros y otros profesionales sanitarios en el transporte y transferencia del paciente en el servicio de urgencia y emergencias. Por tanto, mantener una buena calidad de cuidados hacia el paciente, aumentar su supervivencia y minimizar los daños producidos por errores de comunicación.
Finalmente, establecer un protocolo de comunicación basado en el modelo SBAR (Situación, antecedentes, evolución y recomendación) es necesario, ya que fallos de comunicación que acontecen a diario representan una de las principales causas de eventos adversos en la rutina clínica entre enfermero-paciente.
Entre las fechas de agosto y noviembre de 2020 se realizó una búsqueda bibliográfica en la base de datos del NHS (Red Sanitaria de Reino Unido-National Health System), asociada a estudios más actuales del tema en concreto, específicamente en el instituto de innovación y desarrollo. Por otro lado, se realizó una revisión bibliográfica en las principales bases de datos PUBMED, EMBASE, CINAHL, Cochrane Library and PsycINFO, de la evidencia disponible y realización de una lectura crítica de aquellos artículos en castellano y en inglés que reúnen las características de búsqueda seleccionadas utilizando como palabras clave "handover, Communication" y "SBAR".
Los artículos en los que se basa este trabajo datan entre 2015 y 2018, en español e inglés, existiendo más artículos y estudios clínicos en lengua inglesa y cuyos estudios son más recientes, se descartaron aquellos cuyo acceso no era libre.
El traspaso de información se define como la comunicación entre profesionales sanitarios en la que se transmite información de carácter clínico sobre un paciente y se traspasa la responsabilidad del cuidado. Éste a su vez, puede ser: Intradisciplinar, el que se produce entre profesionales con la misma formación académica o interdisciplinar, el que, por el contrario, se produce entre profesionales con distinta formación académica.
En el contexto prehospitalario, el enfermero tiene muy poco tiempo de actuación y recogida de información sobre el paciente, por tanto, tiene que transmitir toda la información que recopila en ese espacio de tiempo al equipo sanitario del hospital, para evitar omitir datos importantes, se propone un protocolo de comunicación SBAR, cuyos componentes son: Situación, antecedentes, evolución, recomendaciones. La omisión de información que al sanitario le parezca insignificante puede derivar en un traspaso de información fallido. Errores de comunicación entre sanitarios han sido ampliamente descritos y generalmente producen eventos adversos tales como: Retraso de inicio de tratamiento, errores de medicación, caídas, equivocaciones en transfusiones sanguíneas, infecciones nosocomiales.
La Joint Commission actualizó su base de datos de informe sobre eventos centinela en el año 2015, llegando a la conclusión que los errores de comunicación están en el puesto tres de causas de eventos centinela.
En un esfuerzo por reducir las principales barreras comunicativas que tienen lugar durante el traspaso de información entre profesionales, miembros de la organización Kaiser Permanente en Colorado adaptaron el formato de comunicación SBAR al campo de la salud. En sus inicios fue utilizado por los enfermeros cuando contactaban con el facultativo siguiendo un protocolo de comunicación basado en preguntas y respuestas relativas al paciente, posteriormente se comenzó a usar para guiar tanto los cambios de turnos entre enfermeros en hospital como en servicios extrahospitalarios.
Figura 1: Kaiser Permanente. Fuente http://healthy.kaiserpermanente.org
El siguiente recuadro ejemplifica las principales barreras comunicativas que se producen en la urgencia extrahospitalaria
Por tanto, es importante recalcar que para que exista comunicación, debe existir un feedback, la intención de este protocolo no es que el sanitario que transfiere al paciente hable siguiendo los pasos del SBAR y esperar completo silencio por parte del profesional que va a tomar cuidado del paciente que se le transfiere, sino que la comunicación tiene que ser asertiva y bidireccional. Debe combinarse la información verbal y escrita (informes), se recomienda el método narrativo con el apoyo de estrategias mnemotécnicas, dejando tiempo para preguntas o comentarios. El enfermero que transmite la información del paciente debe dedicar un tiempo proporcional al empleado en otros pacientes y reconducir las discusiones, es importante saber gestionar las interrupciones para evitar distracciones y fallos posteriores.
El lugar de realización de transferencia del paciente también sería ideal consensuarlo, evitar pasillos para no obstaculizar, normalmente en la entrada hospitalaria se asienta una habitación para triaje, donde normalmente se realizará la transferencia según el estado clínico del paciente.
A continuación, se detallan algunas recomendaciones y estrategias para mejorar el traspaso de información en servicio de urgencias y emergencias:
Existen situaciones en las que el inicio de comunicación no se realiza cara a cara por la gravedad de la situación y es a través del Centro Coordinador de Urgencias (CCU), situaciones como código infarto o ictus implica que desde el lugar de asistencia prehospitalaria se necesite preavisar a sala de triaje, facultativo, etc. y para ello, los enfermeros reguladores del CCU recogen información veraz y precisa de los sanitarios que asisten al paciente para comunicársela al profesional pertinente en el hospital útil. Es importante mantener una buena coordinación para facilitar el acceso al lugar de destino, es una comunicación principalmente verbal y generalmente interdisciplinar, según la disponibilidad del profesional sanitario (del hospital) en el momento de la llamada.
Generalmente el traspaso de información suele producirse de manera jerarquizada sin estar protocolizada, la comunicación es un factor importante en el servicio de urgencias y emergencias, lo que también obliga a enfermería a tener una formación básica en ello.
Internacionalmente, la Joint Commission, el European Handover Group y la National Quality Forum recomiendan que los programas formativos comiencen desde el desarrollo de la carrera universitaria.
La simulación clínica en el puesto de trabajo ha mostrado buenos resultados, ya que se produce en un entorno seguro sin riesgos. También se ha de tener en cuenta el trabajo en equipo.
¿Qué es?
SBAR es una forma de comunicación estructurada que permite que la información sea transmitida de forma precisa entre profesionales sanitarios y permite mejorar la seguridad del paciente al no omitirse datos vitales.
Consta de cuatro secciones con preguntas estandarizadas para asegurar que los profesionales comparten información concisa y centrada en el paciente. Permite comunicarse de manera efectiva, reduciendo la necesidad de repetir datos ya dichos y la probabilidad de error. A la vez que se comparte la información, ayuda a anticipar la información necesitada por el personal al que se le transfiere el paciente e incentiva las habilidades de evaluación hacia el paciente por parte del enfermero. En definitiva, el uso de SBAR da entrada a desarrollar la información con el nivel adecuado de detalle. Los cuatro elementos anteriormente citados son los siguientes:
¿Cuándo usarlo?
Comunicación puede ser definida como "proceso bidireccional por el cual se alcanza un entendimiento mutuo, en el cual los participantes no sólo intercambian información, sino que también crean y comparten contenido".
SBAR ayuda a crear un sistema estructurado de interacción que ayuda tanto al que envía la información como al que la recibe. Ayuda al emisor asegurando que ha preparado y desarrollado la información antes de comunicársela al receptor. El receptor ya tiene una idea preconcebida de la información que se le va a transmitir y por tanto no interrumpirá al emisor con preguntas que se irán contestando a lo largo del intercambio durante la conversación.
El uso de SBAR permite una comunicación con claridad y previene de insinuaciones y malentendidos que el emisor pueda entender.
¿Cómo puede ayudar el uso de SBAR?
Una deficiente comunicación, tanto verbal como escrita, es reconocida como la causa común de errores clínicos y de organización serias. En el ámbito sanitario aún existen barreras de comunicación entre profesionales, tales como: Jerarquía, de género, origen étnico y diferencias de estilos de comunicación entre individuales.
Éstos son las piedras angulares para comunicar información crítica que requiere atención y acción – por tanto, contribuyen a mejorar la comunicación inter e intraprofesional e intensificar la seguridad del paciente.
En el ANEXO 1 podemos ver un resumen de las distintas fases SBAR desarrollado por el servicio de investigación y desarrollo del NHS (Inglaterra).
Tabla 1: Muller, M. (2018). Impact of the communication and patient hand-off SBAR on patient safety: A systematic review. Recuperado de http://bmjopen.bmj.com/
Bajo la "S" nos encontramos la sección de situación, el enfermero:
Finalmente, describe la situación de lo que está aconteciendo y dónde está ocurriendo, el estado clínico del paciente y sus constantes.
Ejemplo (Comunicación Enfermera SVAE-CCU):
“Soy María, la enfermera de la UME 3 de Valladolid, llamo por el paciente XX del parte 001, la razón por la que llamo es que el paciente lleva con dolor torácico a pesar de los 2 puff de nitro, está pálido y sudoroso, además tiene disnea, satura a 87% sin oxígeno, le he puesto unas gafas nasales a 4l, la frecuencia respiratoria es de 25 rpm y la tensión arterial: 85/50 mmHg.
Imagen 1. Enfermera CCUE Castilla y León. Foto: Sánchez Bermejo, Raúl. (2019). Experto Universitario en triaje para enfermería. Recuperado de http://medicapanamericana.com
La "B" o la sección de antecedentes contiene:
Ejemplo (Continuación):
“El paciente X fue ingresado hace dos meses en cardiología, le pusieron dos stents, es un cardiópata obeso que no ha estado siguiendo la dieta recomendada tras la cirugía, diabético tipo II, el dolor no mejora tras el antiagregante y los dos puff, se ha iniciado morfina, su tratamiento de base es enalapril y metformina que no ha estado tomando regularmente. No tiene alergias conocidas”.
Imagen 2. Summa 112, base aérea. Foto: Alonso, Pablo. (2020). Recuperado de http://madridesnoticia.es
La "A" o sección de evolución incluye:
Un ejemplo (Continuación): “El paciente XX sigue hipotesando (70/46 mmHg) y taquicárdico (140 lpm), El electrocardiograma muestra una clara elevación del ST, se han cogido dos vías de grueso calibre”.
El enfermero que llama, en este caso de un SVAE, necesita tener un pensamiento centrado en paciente crítico, por tanto, informar con datos objetivos. En base a esos datos, figurarse un diagnóstico para poder actuar según la sintomatología, no sólo basarse en datos subjetivos extraídos de la evaluación tanto primaria como posterior, sino unirlos a los datos objetivos mencionados anteriormente.
Si no has podido realizar una evaluación primaria, podrías decir:
“Creo que el paciente tiene un síndrome coronario agudo con elevación de ST”.
Imagen 3. Summa 112. Ambulancia medicalizada. Foto: Madrid emergency vehicles. Recuperado de http://elboletin.com
Finalmente, la "R" o sección de recomendación, el enfermero:
Es muy importante dejar claro qué acciones no se han realizado y que deberían realizarse tras transferir al paciente para despejar cualquier duda, por ello es importante en la última parte del protocolo realizar recomendaciones.
La comunicación tiene que ser firme y asertiva: “Necesito que venga un doctor inmediatamente”.
Un ejemplo (Continuación): “Sugiero que sería necesario hablar con cardiólogo de guardia para activar código infarto (ANEXO 2) en beneficio del paciente y preparar la sala de hemodinámica”.
Igual de importante es asegurarse que cada profesional con el que se comunica haya entendido todo lo que se ha dicho para asegurar exactitud y claridad. El paciente es el núcleo y en muchas ocasiones no sabe lo que está ocurriendo y espera de los profesionales sanitarios profesionalidad.
En el CCU se hacen diariamente preavisos hospitalarios para los distintos códigos que cada comunidad autónoma estipula, el SVA que, in situ asiste al paciente, llama al CCU para que el enfermero/médico regulador se comunique con el facultativo que corresponda para activación de código (infarto, Ictus, SEPSIS...), la información que el sanitario del SVA transfiere en el regulador del CCU a veces es incompleta y es por ello es factible realizar una conferencia a 3 (SVA, regulador y facultativo del hospital) para que se recojan el máximo de datos y quede claro el lugar último de transferencia (hemodinámica para cateterismo o urgencias) o bien para consejo sanitario.
Como podemos ver en el ANEXO 3 podemos ver el modelo SBAR traducido al español utilizado en Inglaterra, en el ANEXO 4, podemos ver un ejemplo de formato SBAR de transferencia en urgencias en español.
En el ANEXO 5 podemos observar una plantilla SBAR utilizada en el hospital de Blackpool de Inglaterra en el servicio de urgencias y emergencias para la transferencia de paciente entre paramédico y personal de urgencias. En el ANEXO 6 podemos encontrar otra planilla SBAR desarrollada por el Hospital Memorial de EE. UU. en 2015.
En el ANEXO 7 podemos ver una planilla SBAR utilizada para comunicaciones intraprofesionales por teléfono y en ANEXO 8 ejemplos de modelos SBAR.
La utilización de SBAR crea un lenguaje común para la comunicación de información importante sobre el paciente.
La utilización de la herramienta SBAR establece una zona común de comunicación. Elimina la barrera existente entre enfermeros y médicos mediante la combinación de un lenguaje común, además, disminuye la fina línea de jerarquía presente en el ámbito sanitario (39), resultando en un canal de comunicación efectivo entre profesionales sanitarios.
Históricamente, la comunicación entre enfermeros y facultativos se ha regido por el uso de estilos adaptados a las necesidades de cada uno. El choque entre ambos estilos normalmente deriva en una falta de coordinación y comunicación e incluso podría llegar a producirse una omisión de información importante que podría poner en peligro la seguridad clínica del paciente en cuestión. En el marco SBAR, el estilo de comunicación entre ambos profesionales se combina y produce un traspaso de información fluido.
Los autores de un estudio cuasi-experimental concluyeron que la combinación de ambos estilos (enfermería-medicina) usando SBAR hace que ambos profesionales compartan un mismo modelo mental mejorando el acto de comunicación y la seguridad del paciente. Además, concluyeron que la sección de “recomendación” mejoró la conciencia de los médicos permitiéndoles ver desde los ojos del enfermero que transfiere el paciente y hacerse una idea mental de lo que se ha realizado hasta el momento de la transferencia y qué necesita ser hecho. La fusión de ambos estilos de comunicación añadido a una evaluación estandarizada y protocolizada por parte de enfermería incrementa la visión holística del paciente, creando un ambiente seguro para el paciente.
Cuando SBAR es usado en servicio de urgencias transfiriendo el paciente por parte de enfermería, previene que si un médico está presente se cree una jerarquía y obliga a adaptar la información al facultativo, sino que lo hace accesible para todos los profesionales sanitarios presentes. De un estudio cuasi experimental se extrajo que los enfermeros se sentían más predispuestos a hablar con un médico eliminando el pensamiento “parezco estúpido/a” por la jerarquía histórica.
La utilización de SBAR incrementa la seguridad en uno mismo y por tanto la seguridad del que transfiere el paciente y del que es transferido.
Protocolizar el formato de transferencia de pacientes elimina la cuestión de cómo comunicar todos los datos del paciente y que sea entendido, por tanto, el uso de SBAR aumenta la seguridad de transmitir lo que debe ser transmitido sin margen de error y por tanto crea una transferencia efectiva.
En dos estudios cuasi experimentales, en los que se midieron la consistencia del traspaso de información entre enfermeros, los autores de cada estudio concluyeron que usando el formato (situación, antecedentes, evolución, recomendación) era más consistente debido a la estandarización de la información.
Similarmente, los autores de ambos estudios estudiaron el efecto del uso de la herramienta SBAR durante la transferencia y las habilidades de comunicación de los enfermeros en varios escenarios simulados, sugirió que permitía a enfermería organizar sus pensamientos y adaptar los datos al modelo de comunicación creando una transferencia fluida y efectiva. Debido a que el orden del relato es uniforme sin importar el profesional que lo realice, su experiencia o posición en la jerarquía, permite que todos los profesionales involucrados en la transferencia se centren en los datos comunicados, también permite que las expectativas del contenido del relato estén claramente definidas entre ambos equipos.
El seguimiento del patrón del método SBAR evita la omisión de información y ayuda a identificar si algún dato es omitido. También permite que se protocolice la evaluación física del paciente. En un estudio cuasi-experimental usando SBAR entre enfermeros y médicos, se observó que reducía la necesidad de confirmar la veracidad de la información con el historial clínico del paciente. Sabiendo que la información va a ser transmitida paso a paso y que el contenido es lo esperado por el equipo al que se transfiere el paciente, disminuye las interrupciones, si algún dato se omite, el formato permite realizar preguntas.
La utilización de SBAR mejora la eficiencia, eficacia y exactitud del traspaso de información durante la transferencia.
El uso estandarizado de SBAR produce un arraigo en el tiempo que crea un hábito de comunicación entre los profesionales que lo utilizan, además, reduce el tiempo de transferencia e incrementa la eficacia del relato. Desempeñar una misma tarea crea un hábito o patrón que mejora el dominio del que lo desempeña. En un estudio cuasi-experimental, se implementó el uso de SBAR y se observó que la transferencia del paciente entre profesionales de enfermería se reducía, en una planta de hospital durante el cambio de turno, de 45 min a 7 min tras implementar el protocolo. Otro estudio cuasi-experimental concluyó que durante el pase de ronda de médicos, en las que enfermería está presente, se facilitó el intercambio de información interprofesional, reduciendo el tiempo de ronda, al no producirse interrupciones y centrarse en el objetivo: El paciente.
El principal objetivo no es reducir de manera drástica el tiempo de transferencia, sino evitar la pérdida de tiempo innecesaria en datos que no aportan información y, por el contrario, permite centrarse y dedicar tiempo al cuidado del paciente. Además, la simplicidad y consistencia de la herramienta de comunicación SBAR permite la capacidad de discernir la información que debe ser transmitida, de la que no.
La implementación del protocolo SBAR en transferencia en el servicio de UCI, plantas de cirugía y quirófano mejoró la satisfacción de los profesionales y redujo la necesidad de contrastar la veracidad de la información (48). Los datos de una investigación, tras el uso de SBAR, demostró que la información trasmitida era clara y veraz.
Éstas mejoras anteriormente citadas se tradujeron en menos malentendidos y menor riesgo de omisión de información pasando de un 31% a un 11%, por tanto, se redujeron los errores de comunicación en el ámbito de la Salud (34).
En otro estudio cuasi-experimental, se observó mejoras en el cuidado y seguridad del paciente, de manera específica, hubo un 5% menos de caídas en pacientes, una reducción del 31% del uso de restricciones físicas y un 34% menos de infecciones urinarias asociadas al sondaje urinario.
Otro estudio sobre el uso de SBAR entre enfermeros y médicos, concluyó que hubo mejoras en la conciliación medicamentosa de los pacientes y una reducción de eventos adversos, resultado de una mala o fallida comunicación.
La utilización de SBAR mejora la percepción de comunicación efectiva entre profesionales sanitarios y promueve la cultura de seguridad en el paciente.
La percepción obtenida de enfermeros y médicos tras el uso de SBAR se traduce en una mejora en la organización en la transferencia del paciente.
En un estudio cuasi-experimental pre-post SBAR, se evaluó, a través de cuestionarios a sanitarios, su percepción del uso de SBAR tras su implementación en su servicio, resultando un proceso funcional para la transferencia del paciente que mejora la comunicación entre los profesionales que intervienen. En el mismo estudio se observó que la comunicación era más efectiva, pasando de un 45% pre-SBAR a 70% post-SBAR.
En otros estudios cuasi-experimentales, se observó una percepción positiva común de trabajo en equipo tras mejoras en las habilidades comunicativas.
El uso continuado de SBAR genera un ciclo progresivo en el que los profesionales están predispuestos a, no sólo implementarlo en más servicios, sino aportar mejoras, con el sentimiento de implementarlo como una mejora en su puesto de trabajo, a su vez, se valora positivamente como una mejora en la seguridad del paciente.
La cultura de seguridad se define según la Agency for healthcare research and quality (AHRQ) como: “Valores, voluntad, percepciones, competencias y patrones de comportamiento que determinan un compromiso que aportan capacidad organizativa y buen manejo de la seguridad en torno al paciente”.
Por tanto, una cultura de seguridad implica un entorno de mutua confianza, trabajo en común, trabajar por el mismo objetivo, seguridad y confianza en la eficacia de las vigentes medidas de seguridad.
En un estudio cuasi-experimental del departamento de seguridad clínica del paciente, publicado por miembros del AHRQ, el uso de SBAR tuvo un efecto positivo en el equipo de comunicación interdisciplinar, resultando en mejoras de seguridad en el equipo de trabajo.
Cómo implementar el protocolo SBAR.
Formar a un pequeño equipo para un gran avance.
Si se dispone de un equipo interesado en implementar el protocolo SBAR y obtener potenciales beneficios, es momento de fortalecer las habilidades comunicativas del equipo integrando un nuevo protocolo.
Uso del modelo SBAR para iniciar una mejora: El modelo de mejora está basado en el ciclo de Deming o PDSA “Planificar, hacer, verificar y actuar” el cual responde a las tres principales cuestiones.
Imagen 4. PDCA o ciclo de Deming. Foto recuperada de http://es.wikipedia.org
Imagen recuperada de http://sp.depositphotos.com
Planificar es el primer paso, en el cual se planifica qué evaluar (ejemplo: Modelo impreso SBAR adaptado al servicio de urgencias y emergencias) y es el paso donde se analizará, se decidirá quién servirá de apoyo, se ideará el proyecto de formación de los profesionales implicados y el método de comunicación con los trabajadores durante todo el proceso. El punto clave de esta fase es lograr que todo el equipo se implique.
Existen varios recursos de utilidad dedicados a ayudar en la mejora del liderazgo y el desarrollo de habilidades de equipo, basándose en una buena recogida de datos y posterior use para entender el impacto de los cambios realizados.
En esencia el objetivo es obtener cuatro o cinco medidas, las cuales deben ser equilibradas, reflejando diferentes dimensiones de cuidado, que son las que en definitiva se quieren mejorar.
Las medidas a evaluar seleccionadas no tienen por qué ser complejas, un ejemplo sería: Reducción del tiempo de transferencia usando SBAR o número de personal que reporta usar SBAR cada semana.
Una medida segura y fiable debe estar bajo constante evaluación por parte de clínicos.
Se puede consultar un ejemplo de vídeo sobre el protocolo SBAR realizado por el instituto de mejora y desarrollo del NHS (National Health System) en el siguiente enlace (en inglés): https://vimeo.com/7127654
Figura: Jimeno Bernal, Jorge. (2013). Recuperado de http://pdcahome.com
En la fase de hacer es momento de analizar al equipo y comenzar a usar las herramientas que en el paso anterior seleccionamos, la experiencia demuestra que la implementación funciona mejor cuando el equipo se implica y modifica su propia versión SBAR.
Foto recuperada de http://lifeder.com
En este paso, se estudiará el impacto de SBAR tras ejecutar las herramientas a evaluación del paso anterior. Uno de los mejores medidores de éxito es la crítica constructiva por parte de los trabajadores implicados. Cabe recordar siempre, que puede que sea necesario repetir el ciclo de Deming hasta obtener los resultados esperados.
Imagen recuperada de http://sp.depositphotos.com
¿Está preparado para implementarse el protocolo? Si lo está, se necesitará plantear cómo darlo a conocer, introducirlo en el servicio y mantenerlo a largo plazo.
CALIDAD Y SEGURIDAD. Trabajo en equipo.
"Trabajo en equipo por un mejor cuidado del paciente". Los principales objetivos de esta premisa son:
Nuestras aspiraciones para la excelencia de cuidado: Dar un cuidado de excelencia, debe ser una prioridad de acuerdo con nuestros valores y para conseguir esto, debemos mejorar nuestros recursos.
Compromiso, dedicación y pasión son los principales adjetivos que definen nuestra profesión, los principales objetivos son:
Diagrama de trabajo
7 DIMENSIONES DE CUIDADO
Existen tres principales medidores de calidad: Seguridad, efectividad y centrado en el paciente, una vez alcanzados, los objetivos son:
Así mismo, la estructura estratégica, identifica tres puntos principales:
Un servicio de urgencias y emergencias de calidad implica:
Éstos doce puntos básicos del servicio de urgencias y emergencias condicionan a un ambiente de trabajo seguro y por tanto mejoran la seguridad y calidad de cuidados recibidos por el paciente.
Atendiendo al modelo de mejora del ciclo de Deming o PDSA (Plan, do, study and act) se promoverán siete premisas básicas de buenas prácticas.
Éstos doce puntos básicos del servicio de urgencias y emergencias condicionan a un ambiente de trabajo seguro y por tanto mejoran la seguridad y calidad de cuidados recibidos por el paciente.
SBAR -Seguridad del paciente- Buenas prácticas:
Adoptar en el servicio el modelo SBAR para traspaso de información de sanitario a sanitario, utilizándolo como herramienta de comunicación fija y como medida de prevención de errores.
Éstos doce puntos básicos del servicio de urgencias y emergencias condicionan a un ambiente de trabajo seguro y por tanto mejoran la seguridad y calidad de cuidados recibidos por el paciente.
En este diagrama se integra el modelo SBAR, ya que es un objetivo asegurar tratar de llevar la asistencia sanitaria hacia la excelencia, llevando a cabo una colaboración efectiva e integrada para tomar las mejores decisiones junto al paciente. La evidencia científica demuestra que una buena comunicación entre sanitarios deriva en menos errores y mejores decisiones. Los engranajes de una cultura basada en la seguridad y aprendizaje aseguran un camino hacia nuestro objetivo.
La urgencia y emergencia en el ámbito extrahospitalario está cambiando, las expectativas de los pacientes crecen, buscan "mejor salud, mejores cuidados" y que la calidad no sólo sea demostrada en el ámbito urbano, el medio rural también lo exige. Por ello hay que mirar hacia el futuro y trabajar por un nuevo modelo de cuidado en urgencias extrahospitalarias, desde el comienzo hasta el último eslabón.
CONCLUSIÓN
La comunicación en enfermería forma parte de la calidad de los cuidados al paciente. Desde que la Joint Commission publicara en 2015 un estudio basado en eventos centinela en el que los errores de comunicación estaban entre los principales problemas que afectan directamente a los pacientes, no ha hecho si más que reforzar la idea de protocolizar el acto de traspaso de información entre sanitarios, especialmente en el ámbito de la urgencia.
Careciendo actualmente de un protocolo, se ha realizado el esfuerzo de proponer uno, basándose en la bibliografía actual, siempre con la mirada fija en la seguridad del paciente. Es un ejercicio de trabajo en equipo, un cambio para evitar errores pasados en el que una interpretación errónea puede costarle la vida al enfermo/a. También significa una ruptura de jerarquías en el que todos navegamos en el mismo barco y por el mismo objetivo. SBAR se propone como un nuevo método de comunicación y desarrollo de la cultura de seguridad clínica y como una herramienta adaptable al ámbito sanitario, en particular, cuando es requerida una comunicación inter o intraprofesional que requiera ser clara y efectiva. En resumen, muchos autores afirman que SBAR mejora la seguridad del paciente, se reflejan diferentes estudios que demuestra su efectividad.
BIBLIOGRAFÍA
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