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INFECCIÓN POR LISTERIOSIS DURANTE EL EMBARAZO, NPunto Volumen III. Número 30. Septiembre 2020


INFECCIÓN POR LISTERIOSIS DURANTE EL EMBARAZO

Corte García, Paula Matrona en Hospital Universitario de Donostia., Moreno Aguayo, Francisco FEA obstetricia y Ginecología en Hospital Universitario de Donostia., Pérez de Arenaza Lambea, María Matrona en Hospital universitario Donostia.


LISTERIOSIS INFECTION DURING PREGNANCY

 

RESUMEN Y ABSTRACT

RESUMEN

La Listeriosis es una infección humana de origen alimentario causada por Listeria Monocytogenes, bacilo intracelular grampositivo y anaerobio facultativo que es capaz de sobrevivir tanto en ambientes oxigenados como sin oxígeno. Su temperatura óptima de crecimiento va entre los 30-37ºC, es capaz de multiplicarse a unos 4ºC y resiste un amplio rango de pH. Además, sobrevive a espacios muy salados y a procesos de conservación como el ahumado. Puede estar presenten en el suelo, en la vegetación y en los animales. La principal vía de entrada en el organismo humano es por el consumo directo de alimentos contaminados.

Las manifestaciones clínicas varían en función del huésped, siendo un cuadro gastrointestinal y febril autolimitado la presentación más habitual en personas sanas. En personas con un sistema inmune limitado como ancianos o niños podría llegar a ocasionar cuadros de septicemia o meningoencefalitis.

Durante el embarazo, el paso de la bacteria a través de la barrera placentaria ocasiona la “Listeriosis Materno-fetal”, un cuadro pseudogripal leve a priori para la mujer gestante, pero que  puede ocasionar abortos, partos pretérminos por corioamnionitis, alteraciones neurológicas, sepsis y meningitis en el recién nacido e incluso la muerte  fetal.

El diagnóstico de la infección se lleva a cabo mediante el cultivo positivo de algún fluido estéril como la sangre, el líquido cefalorraquídeo o el líquido amniótico. El tratamiento precoz mediante antibioterapia, generalmente betalactámicos solos o asociados a otros antibióticos como la gentamicima, van a disminuir las secuelas de la infección.

La principal manera de prevenir el contagio es con una buena prevención primaria informando a las gestantes qué productos han de evitar durante el embarazo: los alimentos crudos de charcutería, los productos lácteos sin pasteurizar, los pescados, mariscos y derivados ahumados; además de instruir en el lavado exhaustivo de frutas y verduras, en la higiene de manos y de los utensilios y superficies de cocinas.

PALABRAS CLAVE: Listeriosis, Listeria Monocytogenes, Embarazo e Infección.

 

ABSTRACT

Listeria is a food-borne infection caused by Listeria Monocytogenes bacterium.

Listeria Monocytogenes is a facultative anaerobic bacterium capable of surviving in the presence or absence of oxygen. Its optimal growth temperature varies between 30-37ºC and can withstand a wide PH range. Its ability to grow at low temperatures allows multiplication at 4ºC and greatly increases its ability to survive in salty environments and in food preservation process such as smoked foods. This bacterium can be found in soil, vegetation and some animals. The main source of contamination is to eat poisoned food.

Listeriosis can cause fever and mild gastrointestinal symptoms similar to vomiting and diarrhoea when affecting healthy adults. It varies depending on the host. When it comes to seniors and children, it could lead to more severe consequences suchlike septicemia and meningoencephalitis.

During pregnancy, whereas maternal illness resembles mild flu-like symptoms, foetal and neonatal infections are severe and frequently fatal.  Listeria can cause miscarriages, preterm labour due to chorioamnionitis, stillbirth, neurological alterations, sepsis and meningitis.

This infection is usually diagnosed when a bacterial culture grows Listeria monocytogenes from body tissue or fluid, such as blood, spinal fluid or amniotic fluid. Antibiotics have been used most extensively in the treatment of Listeriosis to prevent the aftermath of the infection. Beta-lactams specifically or combined with others as Gentamicin.

To help prevent Listeria is essential to provide accurate information from the Community Service. To make sure women know it is important to take special precautions in pregnancy regarding diets and habits in order to reduce the risk of food poisoning. Remember to avoid certain foods; all raw and undercooked meat, seafood and poultry, unpasteurized milk and foods made with unpasteurized milk and smoked products. Encourage proper hand washing during and after handling food. In addition, to make sure always to clean and disinfect cutting boards, countertops and utensils where bacteria can linger.

KEYWORDS: Listeriosis, Listeria Monocytogenes, Pregnancy and Infection.

 

“Se mantienen en 226 los casos confirmados por listeriosis


Europa Press

viernes, 27 de septiembre de 2019

“Andalucía continúa siendo la comunidad más afectada, con 216 diagnósticos, de los cuales 173 son sevillanos. Las embarazadas afectadas han sido 37 y dos sufrieron abortos, tres muertes fetales y seis partos prematuros.

El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha confirmado que el brote de listeriosis provocado por el consumo de la carne contaminada de la marca La Mechá ha afectado por el momento a 226 personas, los mismos que el pasado viernes... El informe del Ministerio aporta datos más detallados, el 57 por ciento son mujeres, con una edad media de 45,5 años, y la edad media en hombres es de 50 años. Los casos confirmados en embarazadas han sido 37. En dos de ellas el embarazo resultó en aborto (hasta la semana 20 de gestación), en tres en muerte fetal (después de la semana 20 de gestación) y en seis de ellas parto prematuro.” 7

 

“Embarazo y listeriosis: una relación de riesgo


 La Vanguardia

Jueves, 22 de agosto de 2019

  • “La infección que puede pasar inadvertida y causar abortos ya afecta en torno a una veintena de embarazadas”
  • España emite una alarma sanitaria internacional por el brote de listeriosis”

“M.T.R estaba embarazada de 18 semanas cuando este 30 de julio empezó a padecer un cuadro de dolor de cabeza y presión en el cuello acompañado de décimas de fiebre. Cuando acudió a urgencias la temperatura ya había aumentado mucho. Los médicos se la bajaron con antitérmicos y la mandaron a casa tras advertirle de ante qué síntomas debía volver…

…Al poco de estar en su domicilio, aparecieron los vómitos y la fiebre se disparó hasta los 40º C, lo que la llevó a ir al hospital obstétrico que le correspondía en Sevilla, donde quedó ingresada. Allí le realizaron cultivos de sangre y orina en busca de la causa de la fiebre de origen desconocido…”

“…Al día siguiente su estado empeoró y empezó a “manchar”, ante lo cual se le realizó una ecografía de urgencia en la que los ginecólogos descubrieron que el corazón de su bebé había dejado de latir. Pese a haberle infundido los antibióticos correctos por vena, no pudieron hacer nada más por la criatura. Sólo días después, cuando por fin llegó el resultado del hemocultivo, quedó claro el responsable: listeria monocytogenes”.8

 


 

Así es como se describía en diferentes periódicos de tirada nacional en España la alerta de Listeriosis surgida a raíz del consumo de carne contaminada en Andalucía durante el pasado verano; y es que la listeriosis, infección poco conocida entre la gente de a pie, no resulta una enfermedad banal, sobre todo entre personas inmunodeprimidas como es el caso de ancianos, niños y mujeres embarazadas.

La Listeriosis es una infección humana de origen alimentario causada por Listeria Monocytogenes, bacilo intracelular grampositivo y anaerobio facultativo, es decir, que es capaz de sobrevivir tanto en ambientes oxigenados, donde desarrollan un metabolismo respiratorio con el oxígeno presente, o en ambientes sin él, dónde realizan una fermentación que les ayuda subsistir.1,2

Esta bacteria puede estar presente en el suelo, en la vegetación y en los animales. La principal vía de transmisión es por el consumo de alimentos contaminados1, entre los que se podría encontrar las frutas y verduras, productos lácteos sin pasteurizar, carnes y pescados crudos o fiambres envasados contaminados en su lugar de origen, como fue el caso de la “carne mechá” que produjo el brote de listeriosis en Andalucía durante el pasado Agosto.

 La trasmisión directa entre animales a personas y entre personas es más rara, aunque también hay casos documentados1. La bacteria es capaz de sobrevivir a procesos de preservación alimentaria como puede ser el ahumado, la acidificación o la congelación2.

Por tanto, la principal vía de entrada del microorganismo en nuestro cuerpo es la vía oral, por consumo directo de dichos productos contaminados. Durante la digestión la bacteria es capaz de atravesar nuestra barrera digestiva y llegar al torrente sanguíneo dónde es capaz de llevar a cabo su actividad patógena, invadiendo el organismo4. Listeria Monocytogenes es también capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y placentaria, de ahí al riesgo que supone la infección durante el embarazo4.

Las manifestaciones clínicas de la infección varían en función el huésped, así en personas sanas generalmente se presenta como un cuadro gastrointestinal y febril auto limitado con vómitos y diarrea que no suele durar más de 3 días1. Mientras que en personas con un sistema inmune comprometido, como los ancianos y los niños, la infección puede llegar a ocasionar cuadros de septicemia o meningoencefalitis, debido al paso del bacilo a través de la barrera hematoencefálica1.

El paso de la infección a través de la barrera placentaria ocasiona lo que conocemos como Listeriosis Maternofetal, y es que las embarazadas suponen el tercer grupo de riesgo de contraer dicha enfermedad, debido al estado inmunocompetente que supone de por sí la gestación. La infestación puede producirse en cualquier etapa del embarazo, siendo el tercer trimestre cuando la incidencia aumenta. El cuadro ocasiona en la mujer gestante un cuadro pseudogripal leve a priori, pero que puede resultar fatal para el nonato. La infección por listeria monocytogenes propagada por vía placentaria puede llegar a provocar corioamnionitis, partos prematuros, abortos, muerte fetal, alteraciones neurológicas, sepsis o meningitis en el feto4.

El diagnóstico de la infección se lleva a cabo básicamente con el cultivo positivo de algún fluido estéril, como puede ser, sangre, líquido cefalorraquídeo o líquido amniótico obtenido directamente por amniocentesis1.

El riesgo de contraer finalmente la enfermedad, y las secuelas ocasionadas pueden disminuir si se realiza un rápido diagnóstico y la medicación se inicia de manera precoz. El tratamiento de elección son los betalactámicos, generalmente ampicilina que puede acompañarse de gentamicina incrementando los resultados favorables1, 4.

Como matronas, tenemos la oportunidad de brindar a la mujer gestante todas las medidas higiénico-dietéticas destinadas a evitar todo tipo de infecciones alimentarias durante el embarazo, en las primeras consultas de atención primaria. El lavado exhaustivo de frutas y verduras, el buen cocinado de alimentos crudos como la carne o el pescado, evitar el consumo de lácteos no pasteurizados y pescados ahumados, la limpieza estricta de los utensilios y lugares de la cocina donde estos alimentos han sido procesados, así como la buena higiene y el lavado de manos son las principales medidas para prevenir el contagio por Listeria Monocytogenes1, 4.

 

2. OBJETIVOS DE LA REVISIÓN

2.1. Objetivos principales

  • Conocer qué es la listeriosis, qué organismo la produce y cómo se transmite.
  • Entender cuál puede ser el alcance de la enfermedad en el huésped inmunodeprimido, especialmente en la mujer gestante y los recién nacidos.
  • Conocer  los síntomas que produce y como se puede llegar a diagnosticar.
  • Identificar el grado de afectación de le enfermedad durante el embarazo.
  • Conocer el tratamiento de la enfermedad una vez diagnosticada.
  • Saber cuáles son las principales pautas de la prevención primaria para evitar el contagio.

 

2.2. Objetivos secundarios

Ahondar más en el último objetivo principal, que consiste en conocer en profundidad cuales son las pautas de actuación que deben tomar los grupos de riesgo para evitar el contagio, especialmente las instrucciones que se deben dar a las mujeres durante la gestación, ya que como matronas, somos las encargadas de velar, junto con los obstetras del bienestar materno-fetal durante el embarazo.

 

3. METODOLOGÍA

Para la realización de esta revisión bibliográfica se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en diferentes bases científicas de datos durante los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre de 2019: Uptodate, The Cochrane, Cuiden, utilizando las siguiente palabras clave: Listeriosis, Listeria Monocytogenes, embarazo AND infección.

También se realizó una búsqueda en internet en el buscador “Google Académico” con los mismos descriptores.

En ambos casos se seleccionaron aquellos artículos que contenían las palabras claves desde los últimos 5 años, desechando en su mayoría los que sobrepasaban los 6 años. En total se seleccionaron 6 artículos relacionados con el tema.

Se consultaron también diferentes libros relacionados con la Obstetricia: González- Merlo y Williams, y diferentes protocolos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), cómo “el control prenatal del embarazo normal” de mayo de 2017 y “Amenaza de parto pretérmino” actualizado en Mayo del 2014, además de los Protocolos de Medicina Materno- Fetal (Perinatología) de Lluís Cabero y Mª Ángeles Sánchez.

Se seleccionaron también algunas páginas web como la de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFyC) o la del “Centro para el control y Prevención de enfermedades” (CDC), en su versión en español, por lo relevante de su contenido respecto a la listeria.

También se accedió a diferentes noticias en formato online de diferentes periódicos de tirada nacional durante los meses de Agosto y Septiembre del presente año dónde se explicaba el alerta nacional debido al brote de listeriosis con origen en el sur de España durante el verano del 2019.

Con toda la información recogida se hizo un análisis sintético que consistió en intentar reflejar lo más importante de la evidencia científica actual sobre el tema, organizada en  patogenia, transmisión de la enfermedad, diagnóstico en la mujer gestante, tratamiento, repercusiones fetales y neonatales, y la prevención mediante medidas universales que se  debe dar a toda mujer embarazada para prevenir el contagio.

 

4. DESARROLLO

4.1. Listeria Monocytogenes

El género perteneciente a Listeria Monocytogenes comprende aquellos patógenos intracelulares del tipo bacilos gram positivos, cortos, regulares, no esporulados ni ramificados que pueden encontrarse de manera individual o formando una especie de cadenas cortas6. Son anaerobios facultativos, catalasa positivas y oxidasa negativas. Suelen formar colonias pequeñas y lisas tras varios días de incubación1, 6.

 

Fue aislada por primera vez en el año 1926 tras una epidemia en cuyes y conejos gracias a E.G.D Murray. En un primer momento, fue llamada Bacterium Monocytogenes debido a la elevación de monocitos que fue encontrada en los animales infectados, posteriormente se le denominó Listerella Hepatolytica dando honor a Joseph Lister, personaje importante en el campo de la antisepsia, y finalmente en 1940 adoptó el nombre con el que se le conoce hoy en día, Listeria Monocytogenes1.

 

Imagen 1: listeria monocytogenes al microscopio

 

Existen unas 17 especies incluidas en el género Listeria, unas 6 son las más conocidas: Listeria Monocytogenes, Listeria innocua, Listeria ivanovii, Listeria seeligeri, Listeria welshimeri y Listeria marthii. De todas ellas, solamente Listeria monocytogenes es capaz de causar patogenia en humanos aunque existen casos excepcionales de infección por listeria innocua1, 2.

Además dentro del género Listeria Monocytogenes, existen unos 13 serotipos, pero solamente tres se consideran los causantes de la mayoría de los casos. Estos serotipos son el 1/2a, 1/2b, y 4b1.

Listeria Monocytogenes puede encontrarse extendida por todo el medio ambiente, así puede ser fácilmente aislada en el suelo, en materia vegetal en putrefacción, aguas residuales, comida animal, pollo fresco y congelado, alimentos frescos y procesados, leche no pasteurizada, deshechos de mataderos, así como en el tracto digestivo de personas y animales asintomáticas. Aún así, el suelo y la materia en descomposición  son su principal hábitat6. El consumo de estos productos contaminados es capaz de causar la infección. El uso de antiácidos también se ha asociado a un incremento del riesgo para adquirir la infección1.

La amplia distribución por el medio ambiente, unido a la facilidad de supervivencia que tiene éste patógeno, explica la facilidad con que los alimentos pueden ser contaminados llegando a ser consumidos por los seres humanos.

Listeria monocytogenes  tiene una temperatura óptima de crecimiento que va entre los 30 a los 37ºC, siendo móvil a unos 25ºC. Es capaz de multiplicarse a unos 4º, precisamente la temperatura habitual de refrigeración de alimentos. Es capaz de resistir un amplio rango de pH que va desde los 4 a los 9. Es además halotolerante, pudiendo sobrevivir a espacios muy salados, como se da en el caso de la producción de quesos y embutidos2, también resiste a los procesos de conservación como el ahumado y la congelación, pero sin embargo se destruye a temperaturas superiores a 70ºC, siendo la cocción alimentaria, la principal manera de evitar la propagación de la bacteria2.

Generalmente la listeriosis se presenta en forma de casos esporádicos o aislados, aunque es posible que aparezcan auténticos brotes epidémicos, como fue el caso de “la carne mechá” con el que se comienza esta revisión.

La incidencia global se estima en torno a 5,6 casos por cada millón de habitantes, y se ve incrementada en las épocas de invierno, sobre todo en el  mes de enero y en verano, probablemente debido al mayor consumo de productos de riesgo durante estas fechas2.

 

4.2. Patogenia

Cómo hemos descrito con anterioridad, la principal vía de contagio en humanos es la vía oral o digestiva, por el consumo directo de los alimentos contaminados. Una vez en el organismo, la infección comprende varias etapas2:

  1. Absorción del inóculo por vía oral
  2. Supervivencia intraluminal
  3. Penetración de la barrera intestinal
  4. Bacteriemia
  5. Paso de la barrera placentaria, originando la infección fetal ó
  6. Paso de la barrera hematoencefálica ocasionando una meningoencefalitis

Una de las principales características de Listeria monocytogenes como se ha mencionado,  es su capacidad para atravesar las barreras corporales como la intestinal, la barrera materno-fetal o placentaria y la barrera cerebral o hematoencefálica, debido a aptitud para invadir células que no son capaces de fagocitarla, logrando así su supervivencia y propagación. Esto se debe a la presencia de dos proteínas en su superficie que le permiten atravesar dichas barreras. Estas proteínas son sensibles en humanos, cobayas y jerbos, pero no en ratones o ratas, lo que explica por qué en estos animales presentan poca sensibilidad tras la ingestión  de alimentos contaminados con Listeria monocytogenes, no así en las personas, cuyos síntomas son más evidentes2.

La capacidad de sobrevivir dentro de las células y el poder de propagación que presenta, es la principal característica patogénica de esta bacteria, lo que explica su trofismo y la gravedad que produce en pacientes con un sistema inmunitario celular debilitado9.

¿Cómo se multiplica?

Una vez que se consume el alimento contaminado, la bacteria es absorbida por las células del intestino dónde evita ser destruida  gracias a la producción de las proteínas anteriormente mencionadas: listeriolisinas y fosfolipasas que destruyen la membrana del fagosoma evitando así ser digeridas por las células intestinales2. Se multiplica y prolifera en el citoplasma de los macrófagos llegando a traspasar a las células adyacentes propagándose por el organismo sin haber estado expuesta a el sistema inmunitario: anticuerpos, neutrófilos o antimicrobianos del líquido extracelular.

Una vez que listeria cruza la barrera gastrointestinal, viaja por el torrente sanguíneo y los ganglios mesentéricos llegando al hígado y al bazo, dónde se multiplica dentro de los macrófagos de estos órganos o incluso en las células del parénquima hepático o esplénico. En este momento se precisa la actuación eficiente del sistema inmunitario, especialmente de la Inmunidad Celular, mediada por las Células T, para evitar que la bacteria prosiga su camino de propagación por el resto del organismo.
Las células T reconocen a las células infectadas siendo atacadas y destruidas1. En este punto es importante reseñar que en aquellas personas con un sistema inmune deficitario, (resumidas en la tabla 2 de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria) 12, provoca que las células T no sean capaces de controlar la infección, produciéndose la propagación bacteriana con bacteriemia e invasión de órganos, con especial afinidad por el útero gestante y el cerebro1.

 

Tabla 1: Grupos de Riesgo de infección

 

El ciclo de propagación de la listeria una vez consumida se explica en la Figura 2: