Revistas / NPunto Volumen III. Número 31. Octubre 2020 / ESCUELA DE ESPALDA COMO HERRAMIENTA PREVENTIVA Y TERAPÉUTICA DE FISIOTERAPIA EN EL DOLOR LUMBAR

ESCUELA DE ESPALDA COMO HERRAMIENTA PREVENTIVA Y TERAPÉUTICA DE FISIOTERAPIA EN EL DOLOR LUMBAR, NPunto Volumen III. Número 31. Octubre 2020


ESCUELA DE ESPALDA COMO HERRAMIENTA PREVENTIVA Y TERAPÉUTICA DE FISIOTERAPIA EN EL DOLOR LUMBAR

González Mazo, Alicia Diplomada en Fisioterapia. Alcalá de Henares. Madrid.


BACK SCHOOL AS A PREVENTIVE AND THERAPEUTIC TOOL FOR PHYSIOTHERAPY IN LUMBAR PAIN

 

RESUMEN

La lumbalgia es uno de los diagnósticos más frecuentes en las consultas de medicina de familia y traumatología, con su posterior derivación a las unidades de Rehabilitación y de Fisioterapia.

Por el gran impacto social, económico y laboral, es indispensable buscar estrategias de tratamiento y pautas de prevención para poder ayudar a la población afectada. El dolor lumbar aparece tanto en adultos, asociado a la práctica laboral con cargas de pesos inadecuadas, malas posiciones y factores psicosociales añadidos; como en niños en edad escolar, donde está aumentando la incidencia de aparición del dolor de espalda por el mobiliario inadecuado en tamaño, el aumento de horas en sedestación en el aula y la inactividad en horas extraescolares, entre otros.

Los programas de Escuela de Espalda, que han ido evolucionado desde su aparición el siglo pasado, son una de las herramientas a disposición de los fisioterapeutas para el abordaje integral del dolor de espalda. Constan de: Educación para la salud -dotamos al individuo de conocimientos básicos de anatomía y biomecánica- , normas de higiene postural, técnicas de relajación y programa de ejercicios.

La enseñanza de conocimientos, estrategias, herramientas de abordaje ante la aparición del dolor lumbar, permite el empoderamiento del individuo, poniéndolo en el centro de su proceso patológico. El individuo será capaz de prevenir la aparición del dolor y de minimizarlo de forma activa, con autogestión. Conseguiremos que aumente su funcionalidad y autonomía en las Actividades de la Vida Diaria.

PALABRAS CLAVE: Dolor lumbar, fisioterapia, escuela de espalda, higiene postural, técnicas de relajación, ejercicio físico, sedestación, músculos CORE.

 

ABSTRACT

Low-back pain is one of the most common diagnoses in family medicine and trauma appointment, with its subsequent derivation to the Rehabilitation and Physiotherapy departments.

Due to great social, economic and labor impact, it is essential to look for treatment strategies and prevention guidelines to be able to help the affected people. Low-back pain appears in adults, it associated with labor practice with inadequate weight loads, wrong positions and added psychosocial factors; the same way as in school-age children, the incidence of back pain is increasing from an inadequate furniture size , an increase of hours from being sat in classroom and inactivity in overtime, among others.

Back school programs, which had been evolving since their beginnings the last century, are one of the tools available for physical therapist to make a comprehensive treatment to the back pain. They consist of: Health education – we equip the individual with basic knowledge of anatomy and biomechanics-, postural hygiene rules, relaxation techniques and exercise programme.

Teaching knowledge, strategies, treatment tools for the lower back pain, allows the empowerment of the person, it is place at the center of his pathological process. The individual will be able to prevent the beginning of the pain and actively minimize it, with self-management. We will increase its functionality and autonomy in the Activities of Daily Living.

KEYWORDS: Low back pain, physical therapy, back school, postural hygiene, relaxation techniques, physical activity, seating position, CORE muscles.

 

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo es un resumen de los conocimientos básicos sobre el dolor lumbar y su implicación en la población general. Dentro del ámbito conservador, la fisioterapia aborda la prevención y el tratamiento de la lumbalgia clásicamente con tablas de ejercicios y técnicas de electroterapia. Si a esto le sumamos la educación para la salud, las técnicas de relajación, la adopción de normas básicas de higiene postural podremos elaborar un programa de Escuela de Espalda.

Hemos utilizado los recursos de consulta y bases de datos de: PubMed, Cochrane Library, UpToDate, ClynicalKey, ScienceDirect, SciELO, Libros electrónicos, ResearchGate, Google Scholar, Google books, y PEDro.

Se han consultado un total de 70 artículos, revistas, trabajos y tesis, incluyendo en la bibliografía 48. Los criterios de búsqueda se han centrado en los últimos 5 años (2015-2020), incorporando alguna cita anterior a estas fechas por su relevancia para la elaboración del texto.

 

DOLOR LUMBAR

Concepto

El dolor lumbar se puede definir de forma clásica como “aquel dolor localizado entre el límite inferior de las costillas y el límite inferior de las nalgas, cuya intensidad varía en función de las posturas y de la actividad física. Es un dolor generalmente de carácter mecánico, suele acompañarse de limitación dolorosa del movimiento y puede asociarse o no a dolor referido o irradiado” (1). En ocasiones puede comprometer la región glútea, provocando disminución funcional (2).

 

Causas

Es importante determinar la probable causa del dolor lumbar que presenta nuestro paciente para poder facilitar un correcto diagnóstico y decidir cuál será el tratamiento más adecuado: farmacológico, no farmacológico, quirúrgico, fisioterápico,…

Para ello es imprescindible elaborar una correcta historia clínica, que nos permitirá diferenciar la pequeña proporción de pacientes con problemas específicos de la inmensa mayoría que presenta lumbalgia inespecífica.

En teoría, todas la Guías de Práctica Clínica recomiendan clasificar a los pacientes que presentan dolor lumbar en tres grupos, atendiendo a su causa (3):

  • Dolor lumbar inespecífico.
  • Patología: Vertebral grave o específica sospechada o confirmada mediante signos y síntomas de alarma: Infección, cáncer, síndrome de la cola de caballo, fractura, espondilitis anquilosante,…
  • Otros problemas que implican afectación neurológica relevante, principalmente hernia discal y estenosis de canal.

Podemos afirmar también que los hallazgos radiológicos que hace años que se consideraban «enfermedades» (escoliosis, espondilolisis, espondilolistesis, estenosis espinal o protrusión/hernia discal en ausencia de signos y síntomas de irritación o compresión nerviosa) no se asocian con la existencia de dolor ni modifican el tratamiento ni el pronóstico (4).

 

Clasificación

Los pacientes con dolor lumbar pueden ser clasificados en tres grupos según la duración de los síntomas (5, 6):

  • Dolor agudo: Dolor menor a 4-6 semanas de duración.
  • Dolor subagudo: Dolor de duración entre 4- 6 a 12 semanas.
  • Dolor crónico: Dolor de duración superior a las 12 semanas.

Aunque no todos los autores coinciden en estas definiciones, sí coinciden en que el período comprendido entre las 8 y 12 semanas se considera de alto riesgo para el desarrollo de cronicidad e incapacidad (6).

Este dolor lumbar se produce por una distensión muscular; el cual está originado por distintas causas y formas, siendo las más frecuentes el estrés, el sobre-esfuerzo físico y los malos hábitos posturales al caminar o sentarse, teniendo como consecuencia una repercusión en la movilidad normal de la zona, debido a una sensación dolorosa (6).

En la lumbalgia existe una asociación entre factores musculares y psicosociales que en muchas ocasiones provoca la generación de conductas de miedo, evitación y atrofia muscular, provocando un círculo vicioso que favorece que la sintomatología cronifique y lleve a la incapacidad (2).

Los factores de riesgo para la aparición de una lumbalgia son (7):

  • Sobrepeso.
  • Alta estatura: El dolor de espalda es más frecuente entre quienes son más altos, por el aumento de carga sobre la columna vertebral
  • Flexo-extensión repetida de la columna.
  • Torsión o rotación de la columna si se hace cargando peso.
  • Esfuerzos, por un mecanismo de sobrecarga, y especialmente si se realizan en posturas de flexo-extensión o rotación.
  • La adopción de posturas inadecuadas puede sobrecargar la musculatura o las estructuras de la columna vertebral.
  • Falta de potencia, resistencia o entrenamiento de la musculatura de la espalda.
  • Sedentarismo.
  • Haber padecido episodios previos de dolor lumbar.

 

Valoración

Podemos utilizar diversas estrategias para valorar el dolor lumbar y la discapacidad que provoca la presencia de este, pero las que proponemos por su facilidad en el uso de la consulta diaria y la capacidad comparativa en sesiones sucesivas, así como por su objetividad, son:

  • Escala analógica visual: Escala de medición de la intensidad de dolor mediante un sistema gráfico en una línea recta de 10 cm, puntuándose posteriormente de 0 a 10. Siendo 0 (extremo izquierdo de la línea) ausencia de dolor y 10 (extremo derecho de la línea) máximo dolor (Anexo1) (8). Una puntuación superior a 3 se corresponde con dolor moderado. Una puntuación superior a 5.4 cm corresponde a un dolor severo. Es importante presentar al paciente la escala no graduada en el momento de la evaluación, para no condicionarle con la presencia de los números en ella.
  • Escala de Roland-Morris (9,14): Cuestionario para la valoración de la discapacidad por lumbalgia (Anexo 2) (9). Consta de 24 ítems que el individuo debe contestar en función de su situación “hoy”. Puntuación del cuestionario: 1 por cada frase señalada. 0 por cada frase no señalada. Escala 0-24. El mejor resultado es 0/24, el peor 24/24.

 

Impacto poblacional

El dolor lumbar o lumbalgia se presenta con elevada frecuencia, y provoca una importante repercusión social, laboral y económica (10). Se puede considerar que la lumbalgia tiene características de epidemia en aquellas sociedades más desarrolladas e incluso algunos autores la han denominado la ‘‘Enfermedad del siglo XXI’’ porque durante la segunda mitad del siglo XX se convirtió en uno de los mayores problemas de salud pública en los países occidentales industrializados y ahora se está extendiendo por el resto del mundo (10). Entre las consultas de medicina general, por detrás de los síntomas del resfriado, el dolor de espalda es la patología más frecuente; la quinta en frecuencia de hospitalización y la tercera en frecuencia de intervención quirúrgica (2). La lumbalgia también es una de las patologías más frecuentes consultadas en las especialidades del aparato locomotor (traumatología, reumatología y rehabilitación) (10).

El lumbago es el diagnóstico más frecuente de Incapacidad Temporal laboral en España, según las estadísticas recopiladas por el INSS en el año 2014 (11).

Entre los 20 diagnósticos más frecuentes al inicio de la Incapacidad Temporal laboral durante el año 2015 encontramos los siguientes (Figura 1), clasificados según el código CIE-9.MC (12):

 

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Datos INSS 2015
Figura 1. Vicente Pardo J M. La gestión de la incapacidad laboral algo más que una cuestión económica [Management of Work Disability is More than an Economic Issue]. 2018

 

De entre todos los procesos de baja con una duración mínima de 12 meses destacan las lumbalgias y los trastornos psiquiátricos menores. Las bajas médicas prolongadas suponen ante todo elevados costes en «capital humano» y costes en «capital salud» del trabajador de graves consecuencias; las incapacidades médicas largas constituyen un tema de salud pública con notables repercusiones en el sistema económico y de prestaciones del sistema público de salud y de prestaciones de la seguridad social (12).

Expertos como C. Pérez, Unidad de Dolor Hospital Universitario de la Princesa y portavoz de la Sociedad Española del Dolor (SED) señalan que cuando un paciente está de baja por lumbalgia más de seis meses, su reincorporación al puesto laboral es menor del 50% y sólo de un 25% cuando la baja es mayor de un año” (12). Esto debemos tenerlo en cuenta para ofrecer el tratamiento más adecuado y lo más precozmente posible.

Si valoramos la duración de la IT y la separación del estándar en los procesos de inicio (Figura 2) podemos ver que esta desviación adquiere un carácter muy significativo en los procesos “difusos” lumbares y los trastornos psiquiátricos menores, así como en los cuadros de vértigo-mareo (12).

 

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Datos INSS 2015 separación duración media de duración estimada estándar.
Figura 2. Vicente Pardo J M. La gestión de la incapacidad laboral algo más que una cuestión económica [Management of Work Disability is More than an Economic Issue]. 2018

 

Estos datos nos hacen pensar en la importancia de buscar un tratamiento adecuado para el abordaje terapeútico de la lumbalgia, por su afectación tanto a nivel personal del individuo como a nivel social; por su repercusión económica y de menor rendimiento laboral.

Desde la fisioterapia disponemos de diferentes recursos, técnicas y estrategias para dar a nuestos pacientes el mejor cuidado una vez que la lumbalgia ha sido diagnosticada, e instruir una correcta educación para la salud previa a este proceso de aparición de enfermedad para evitar que el dolor lumbar aparezca.

Respecto al tratamiento podemos afirmar que, aunque en el abordaje de la lumbalgia es posible que se requiera fisioterapia clásica, manipulación y/o medicación, el elemento central es el ejercicio (13).

 

ESCUELA DE ESPALDA

Concepto

Debido a la alta incidencia del dolor lumbar, se han introducido programas de prevención en el ámbito laboral como medida para disminuir su incidencia, junto con la disminución del absentismo y los costes económicos subsecuentes (14).

El programa de prevención incluye clases teóricas y prácticas, instrucciones de manejo y transporte de cargas, ejercicios, soporte psicológico, y una muy variada combinación de todos ellos (14). A menudo, por falta de medios o tiempo, la educación se realiza de forma implícita junto con el tratamiento.

La Escuela de Espalda es un programa de prevención de la patología raquídea que consiste en clases teórico-prácticas que tienen como objetivo dar información adecuada sobre el uso correcto de la columna en las actividades de la vida diaria, concienciando al individuo de la importancia de mantener la columna sana, evitando que aparezca patología en ella o ayudarle a manejar dicha patología cuando ya ha aparecido (14).

 

Objetivos

El objetivo de la Escuela de Espalda abarca dos niveles (14):

  • Prevención Primaria: Dirigida a sujetos sanos donde los ámbitos de actuación más significativos son el escolar, deportivo, laboral y actividades de la vida diaria.
  • Prevención Secundaria: Dirigida a pacientes con patología raquídea con finalidad terapéutica y de reinserción laboral precoz, evitando además las recaídas.

 

Elaboración de un Programa de Escuela de Espalda

Vamos a proponer un programa de Escuela de Espalda dividido en CUATRO bloques:

 

Anatomía

Enseñaremos al paciente conocimientos básicos de la anatomía de la columna vertebral y de su relación con la pelvis y los miembros inferiores.

La educación para la salud instruyendo al paciente en anatomía y biomecánica y en el funcionamiento de la estructura afecta permitirá al paciente entender de manera accesible el mecanismo del dolor y las estrategias para afrontarlo, manejarlo y prevenirlo. Ensayando los mecanismos corporales de protección durante nuestra sesión informativa (47).

Para facilitar su comprensión, imaginaremos la mitad inferior de la espalda y la zona abdominal como si fuera un cubo de seis caras que podríamos denominar “caja abdominal” (tal como hacemos con la “caja torácica”), con una pared posterior, otra pared anterior, dos paredes laterales, un techo y un suelo (Figura 3) (13).

 

Elementos de la “caja abdominal”. Visión lateral.
Figura 3. Ortega Sánchez-Pinilla R. ¿Cuáles son los ejercicios indicados en la lumbalgia crónica y en la hernia discal? 2020.

 

La pared posterior o región lumbar está formada por (Figura 4) (13):

  • Elementos óseos: Vértebras lumbares, el sacro y el coxis.
  • Elementos articulares: Articulaciones de los cuerpos vertebrales y las interapofisarias, con sus cartílagos articulares, discos intervertebrales, cápsulas articulares y ligamentos (ligamento vertebral común anterior y ligamento vertebral común posterior que unen los cuerpos vertebrales, ligamentos más pequeños que unen las superficies adyacentes de los cuerpos y discos intervertebrales y ligamento amarillo).
  • Elementos musculares: Músculos dorsales largos (iliocostal, dorsal largo y espinoso), dorsales de longitud intermedia (semiespinosos y multífidos) y dorsales cortos (intertransversos, interespinosos y rotadores).
  • Otros elementos como la fascia toracolumbar que sirve como parte de un “aro” alrededor del tronco que proporciona una conexión entre la extremidad inferior y la extremidad superior. Con la contracción del contenido muscular, la fascia toracolumbar también funciona como un propioceptor, proporcionando información sobre la posición del tronco.

 

Elementos de la pared posterior. Visión posterior.
Figura 4. Ortega Sánchez-Pinilla R. ¿Cuáles son los ejercicios indicados en la lumbalgia crónica y en la hernia discal? 2020.

 

La pared anterior está formada por:

  • Elementos musculares: Músculos abdominales (rectos del abdomen, oblicuos mayores y menores, y transverso), y la aponeurosis de la línea media (Figura 5) (13).

 

Pared anterior. Visión anterior. Dirección de las fibras musculares.
Figura 5. Ortega Sánchez-Pinilla R. ¿Cuáles son los ejercicios indicados en la lumbalgia crónica y en la hernia discal? 2020.

 

Las dos paredes laterales están formadas por el músculo cuadrado lumbar izquierdo y derecho (Figura 6) (13).

 

Elementos de la pared lateral. Visión anterior.
Figura 6. Ortega Sánchez-Pinilla R. ¿Cuáles son los ejercicios indicados en la lumbalgia crónica y en la hernia discal? 2020.

 

El techo está formado por:

  • El músculo diafragma (Figura 7) (13).

 

Techo. Visión anterior.
Figura 7. Ortega Sánchez-Pinilla R. ¿Cuáles son los ejercicios indicados en la lumbalgia crónica y en la hernia discal? 2020.

 

Y el suelo está formado por:

  • Las estructuras del suelo pélvico (Figura 8) (13),
  • A las que habría que añadir los músculos del muslo con influencia en la región lumbar que comprenden los flexores de la cadera (psoasilíaco, recto femoral, sartorio y aductores de cada lado), extensores de la cadera (glúteo mayor, bíceps femoral, semimembranoso, semitendinoso y fibras del aductor mayor, que se originan en el isquion, de cada lado) y abductores de la cadera (glúteos medio y menor, sartorio y tensor de la fascia lata de cada lado).

 

Suelo. Visión lateral.
Figura 8. Ortega Sánchez-Pinilla R. ¿Cuáles son los ejercicios indicados en la lumbalgia crónica y en la hernia discal? 2020.

 

Higiene Postural

La higiene postural puede definirse como las medidas o normas que podemos adoptar para el aprendizaje correcto de las actividades, o aquellos hábitos posturales que el individuo adquiere durante su vida; así como las medidas que faciliten la reeducación de actitudes o hábitos posturales adquiridos previamente de manera incorrecta (15,16). Su objetivo terapéutico es la “adquisición de hábitos posturales adecuados que protejan y eviten la sobrecarga de la columna vertebral” (15,16).

Las causas de dolores relacionados con trastornos musculoesqueléticos no siempre son problemas patológicos y están determinados en muchos casos, por malas posturas, sobreesfuerzos, escasa actividad física, inadecuados o inexistentes conocimientos ergonómicos u otras alteraciones musculoesqueléticas (17). El dolor en muchas ocasiones está relacionado con malos hábitos posturales por lo que vamos a elaborar sesiones explicativas sobre cuál es la posición adecuada al estar sentados, tumbados, y en el transporte de cargas.

Como se manifiesta en el concepto Bobath, la alineación de los segmentos corporales entre sí y en relación con la base de apoyo determinan el tono postural. La presencia mantenida en el tiempo de patrones de movimiento dentro de una incorrecta alineación corporal puede llegar a provocar que el Sistema Nervioso Central llegue a identificar esos patrones como normales (18).

 

Sedestación:

La postura sedente podría definirse como “una posición en la que una parte considerada del peso corporal se transfiere a una superficie de trabajo”, o como aquella “en la que la base de apoyo del cuerpo está a medio camino entre la usada en bipedestación y la usada durante el decúbito; o sea, es mayor que en bipedestación pero menor que en decúbito y la base de apoyo está formada por la cara posterior de los muslos y pies” (19).

Podemos clasificar los tipos de sedestación en tres (19,20,21,22) (Figura 9):

  • Con apoyo isquiático: Sedestación recta/erguida o sedestación media. El peso del cuerpo reposa sobre los isquiones, la pelvis se encuentra en un equilibrio inestable y tiende a la anteversión.
  • Con apoyo isquiático femoral: Sedestación anterior. El apoyo se encuentra en las tuberosidades isquiáticas y de la cara posterior de los muslos. La pelvis es encuentra en anteversión y hay una acentuación de la cifosis torácica que conlleva al enderezamiento de la lordosis lumbar. El centro de gravedad se sitúa por delante de tuberosidades isquiáticas. Se puede adoptar a partir de la posición media flexionando el tronco hacia delante o con rotación anterior de la pelvis. Esta posición aumenta el esfuerzo de los músculos posteriores de cuello si se pretende mantener la vista al frente y aumenta el peso que deben soportar la parte distal de los muslos y los pies. Las piernas se sitúan verticales o por debajo del asiento y necesitan poco espacio por delante. El respaldo generalmente se usa poco (22).
  • Con apoyo izquiático sacro: sedestación ligera o sedestación posterior. El sostén se encuentra en las tuberosidades isquiáticas, el sacro y el cóccix. La pelvis se encuentra en retroversión y la lordosis lumbar se encuentra enderezada, la cifosis torácica acentuada. El centro de gravedad está por detrás de las tuberosidades isquiáticas. Es la posición recomendada para el reposo o tareas que no requieran el uso de mesa (22).

 

Tipos de sedestación.
Figura 9. Corrección postural, prevención de la inmovilidad y fomento de la actividad física EN PERSONAS MAYORES CON DEMENCIA. Primera edición. 2014.

 

Atendiendo al campo visual frente al sujeto podemos indicar que en la sedestación anterior el objeto de atención se sitúa por debajo de la línea horizontal de visión (escribir en la mesa, leer,…)(Figura 10A) (19). En la sedestación media el objeto de atención estará situado por encima de la línea de visión (frente al ordenador, …) (Figura 10B) (19).En la sedestación posterior el objeto de atención se sitúa por encima de la horizontal Figura 10C (19).

 

Figura 10. Quintana Aparicio E, Martín Nogueras A, Barbero Iglesias F J, Méndez Sánchez R, Rubens Rebelatto J, Calvo Arenillas J I. Relación entre la postura sedente y el mobiliario utilizado por una población escolar. 2004.

 

La posición de sedestación ideal es la sedestación recta . Es aquella en la que el centro de gravedad cae entre los isquiones, soportando estos el peso del cuerpo de forma equilibrada entre ambos. Al colocar el cuerpo de esta forma, la columna vertebral queda posicionada de forma alineada con ligera lordosis lumbar y cervical y ligera cifosis dorsal. El Punto Clave Central queda en la línea de gravedad. La mirada está dirigida hacia el frente. Los brazos relajados a lo largo del cuerpo, o apoyados sobre la superficie de trabajo. Las rodillas y las caderas en un ángulo aproximado a los 90º. Los pies apoyados, en un reposapiés si es posible con un ángulo de 0-20º de flexión dorsal.

Al permanecer durante mucho tiempo sentados en una silla la tendencia, por cansancio, es deslizarnos hacia delante. De esta forma pasamos de posición erguida a una posición cifótica, perdiendo la lordosis fisiológica en la zona lumbar.

Otra de las consecuencias de pasar muchas horas sentados, son la aparición de problemas de circulación venosa de retorno. Esta circulación se ve dificultada tanto por la posición de las piernas, que en muchos casos es con cruce de ellas, así como por la presión que ejerce la silla sobre la parte posterior del muslo, y a nivel del hueco popliteo.

Frecuentemente, aunque disponemos de sillas regulables en altura, las mesas no lo son, por lo que en ocasiones nos encontramos que si queremos asegurar el apoyo correcto en los brazos, tan importante para la columna vertebral y los miembros superiores, no podemos apoyar los pies en el suelo. Esto altera la posición de la columna vertebral y supone un sobreesfuerzo en la musculatura para mantener la posición, y dificulta el retorno venoso.

El reposapiés resuelve ambas situaciones: Alivia la presión de la silla sobre las piernas, mejora el apoyo lumbar y asegura el contacto firme de los pies en el suelo. De esta manera conseguimos la reducción de la fatiga en las piernas, mejoramos nuestra posición de sentados y evitamos cruzar las piernas.

Es aconsejable que el reposapiés tenga al menos tres posibilidades de inclinación para poder adaptarlo a nuestra altura y al calzado que llevemos (tacón, plano). También sería ideal que sea antideslizante para evitar movimiento de los pies, y así estabilizar la posición de abajo hacia arriba.

En una sedestación correcta, deberían tratar de mantenerse las curvas sagitales normales para evitar sobrecarga posterior. Sin embargo observamos que la posición de sedestación más frecuente es hipercifótica, lo que provoca un aumento de la tensión sobre la musculatura dorsal. Esto favorece además la posición adelantada de la cabeza lo que conlleva que se aleje el peso del centro de gravedad del cuerpo incrementando el esfuerzo y por tanto facilitando la fatiga muscular (23). Se produce así una posición no alineada, con una mala distribución de las cargas entre la parte anterior y posterior del cuerpo.

La sedestación flexionada o cifótica (figura 11A) (19) implica un aumento de la flexión general del raquis en el plano sagital (inversión de la curvatura lumbar y aumento de la cifosis dorsal) asociado a retroversión pélvica. Esta postura mantenida en el tiempo repercute de forma negativa en el individuo por producirse una sobrecarga de los ligamentos posteriores de la espalda y un aumento de la presión en la parte anterior del disco intervertebral (19).