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MALNUTRICIÓN: SOBREPESO Y OBESIDAD. EFECTIVIDAD Y SEGURIDAD DE SEMAGLUTIDA, NPunto Volumen VII. Número 76. Julio 2024


MALNUTRICIÓN: SOBREPESO Y OBESIDAD. EFECTIVIDAD Y SEGURIDAD DE SEMAGLUTIDA

Peláez Herrero, Nerea Farmacéutica en la farmacia de D. Juan Manuel Valero Sánchez de Albolote (Granada).


MALNUTRITION: OVERWEIGHT AND OBESITY. EFFECTIVENESS AND SAFETY OF SEMAGGLUTIDE

 

RESUMEN

Una buena alimentación, que sea rica y variada, constituye un pilar fundamental para la salud de los individuos, por ello es imprescindible que sea incluida en todos los programas de promoción de la salud con la intención de prevenir multitud de patologías.

Como consecuencia de la malnutrición aparecen multitud de enfermedades que sería imposible estudiarlas todas en este trabajo. Por ello, proponemos centrarnos en una patología que actualmente se ha convertido en una epidemia en casi todos los países ricos o desarrollados. Se trata de la Obesidad y el Sobrepeso, evaluando, al mismo tiempo, la acción de un fármaco llamado semaglutida.

La obesidad y el sobrepeso es una patología multifactorial consistente en la acumulación de grasa corporal de manera excesiva y anormal que es capaz de provocar daños graves en la saludad de las personas.

La podemos considerar como la gran pandemia del siglo XXI, pues la prevalencia es, actualmente muy elevada y, lejos de ir remitiendo, lo que observamos es que su crecimiento es cada vez mayor.

En España y en la Comunidad Autónoma de Andalucía el problema es, si cabe, más grave que en el resto de los países de la OCDE. Por eso, es necesario intervenir de forma lo más urgentemente posible para erradicar, en la medida de lo posible, los problemas de salud pública que plantean la obesidad y el sobrepeso.

Tanto la obesidad y el sobrepeso llevan aparejado consigo una multitud de comorbilidades que hace que empeore el estado de salud de la población, provocando un número de muertes insoportable, aumentando de manera significativa el gasto sanitario de los países y reduciendo de forma notable el bienestar y la calidad social de la población mundial.

Con respecto a las cifras de obesidad y sobrepeso en la población infantil y juvenil son muy preocupantes y casi seguro que un niño obeso, lo será también en edad adulta. Cada vez más están apareciendo comorbilidades como la DM2 en niños cada vez más jóvenes debido a los estados de sobrealimentación y sedentarismo a los que están sometidos. Un factor importante es el sedentarismo de las sociedades en las que vivimos, la informática, las pantallas y los videos juegos, son entre otros factores los responsables de este sedentarismo anómalo.

El descubrimiento de los agonistas del receptor GLP-1 ha supuesto un avance importante en el tratamiento de la DM 2 y de la obesidad. La semaglutida es un agonista del receptor GLP-1 capaz de provocar reducciones de peso corporal lo suficientemente significativas para poder usarlo, pero, además, presenta un perfil de seguridad bastante bueno. La semaglutida, como todos los agonistas de los receptores GLP-1 presenta efecto incretina (la administración de glucosa por vía oral produce un aumento en la secreción de insulina que es del orden de 2 o 3 veces superior al incremento que se provoca cuando se administra insulina por vía endovenosa).

No obstante, el tratamiento de la obesidad y del sobrepeso debe de ir acompañado de una dieta hipocalórica, junto con la modificación de hábitos perjudiciales para fomentar una vida saludable, que, combinados con una alimentación sana, rica en frutas y verduras, y un aumento progresivo de la actividad física desarrollada por el paciente nos permita controlar el sobrepeso y la obesidad.

El tratamiento en niños y jóvenes debe ser de tipo no farmacológico, que pivote alrededor de tres componentes fundamentales, un componente comportamental de cambio de conducta o psicológico, otro componente de tipo nutritivo dietético, para enseñarles a comer mejor y más sano y, por último, un componente desarrollador de una actividad física diaria, abandonando hábitos de sedentarismo. El mejor método para evitar la obesidad infantil es la prevención tanto a nivel familiar como escolar.

Palabras clave: Obesidad, sobrepeso, salud, malnutrición, semaglutida.

 

ABSTRACT

A good diet, which is rich and varied, constitutes a fundamental pillar for the health of individuals, which is why it is essential that it be included in all health promotion programs with the intention of preventing a multitude of pathologies.

As a consequence of malnutrition, a multitude of diseases appear that it would be impossible to study them all in this work. Therefore, we propose to focus on a pathology that has currently become an epidemic in almost all rich or developed countries. It deals with Obesity and Overweight, evaluating, at the same time, the action of a drug called semaglutide.

Obesity and overweight is a multifactorial pathology consisting of the accumulation of body fat in an excessive and abnormal way that is capable of causing serious damage to peoples health.

We can consider it as the great pandemic of the 21st century, since the prevalence is currently very high and, far from decreasing, what we observe is that its growth is increasing.

In Spain and the Autonomous Community of Andalusia the problem is, if possible, more serious than in the rest of the OECD countries. It is therefore necessary to intervene as urgently as possible to eradicate, as far as possible, the public health problems posed by obesity and overweight.

Both obesity and overweight carry with them a multitude of comorbidities that worsen the health status of the population, causing an unbearable number of deaths, significantly increasing the health expenditure of countries and significantly reducing the well-being and social quality of the worlds population.

Regarding the figures of obesity and overweight in the child and youth population, they are very worrying and almost certainly an obese child will also be obese in adulthood. More and more comorbidities such as T2DM are appearing in younger and younger children due to the states of overfeeding and sedentary lifestyle to which they are subjected. An important factor is the sedentary lifestyle of the societies in which we live, computing, screens and video games, are among other factors responsible for this anomalous sedentary lifestyle.

The discovery of GLP-1 receptor agonists has been an important advance in the treatment of T2DM and obesity. Semaglutide is a GLP-1 receptor agonist capable of causing significant enough reductions in body weight to be used, but it also has a fairly good safety profile. Semaglutide, like all GLP-1 receptor agonists, has an incretin effect (oral glucose administration produces an increase in insulin secretion that is on the order of 2 or 3 times greater than the increase caused by intravenous insulin).

However, the treatment of obesity and overweight must be accompanied by a hypocaloric diet, together with the modification of harmful habits to promote a healthy life, which, combined with a healthy diet, rich in fruits and vegetables, and a progressive increase in the physical activity developed by the patient, allows us to control overweight and obesity.

Treatment in children and young people should be non-pharmacological, revolving around three fundamental components, a behavioural component of behavioural or psychological change, another component of dietary nutrition, to teach them to eat better and healthier and, finally, a component that develops daily physical activity, abandoning sedentary habits. The best method to avoid childhood obesity is prevention at both the family and school level.

Keywords: Obesity, overweight, health, malnutrition, semaglutide.

 

INTRODUCCIÓN

El fuerte desarrollo de la agricultura, junto con el elevado crecimiento económico ha provocado un espectacular incremento del nivel de vida de la población en países desarrollados, de tal forma que los individuos comen y se nutren de una manera más saludable y provechosa (1).

Una buena alimentación tiene su claro reflejo en la salud de la población. La dieta es un pilar fundamental en los programas de promoción de la salud, para prevenir multitud de patologías e incluso en procesos de rehabilitación. Según un informe de la OMS se calcula que aproximadamente unos 600 millones de personas enferman como consecuencia del consumo de alimentos en mal estado o contaminados. De estos 600 millones, aproximadamente unas 420.000 personas mueren como consecuencia de consumir estos alimentos contaminados. En el caso de niños menores de 5 años, el 40% de ellos mueren por enfermedad de transmisión alimentaria (2).

Sin embargo, el hecho de que haya abundancia de alimentos no significa que exista una buena salud nutricional. Hoy en día, una mala nutrición acarrea graves problemas de salud en los individuos, sobre todo debido a las prisas y a los horarios que la vida moderna nos induce por cuestiones laborales u otras razones. Esto ha generado que en la alimentación moderna exista un exceso de grasas saturadas, sal y otros componentes que pueden perjudicar seriamente nuestra salud. En países pobres, el problema es totalmente distinto, pues hay una deficiencia de muchos alimentos, como consecuencia de sequías, guerras, etc, que provocan cuadros de malnutrición, en concreto desnutrición, siendo la población infantil y las embarazadas los más vulnerables (3).

El hecho de tener una alimentación que esté fundamentada en una buena dieta y en estilos de vida saludable va a constituir uno de los factores más necesarios para mantener niveles de vida saludable óptimos.

Por otra parte, tenemos que diferenciar claramente entre lo que es el proceso de alimentación y el proceso de nutrición. Así, por ejemplo, la alimentación consiste en proporcionar alimentos a nuestro organismo, por tanto, se trata de un acto voluntario en el cual podemos elegir libremente el tipo de alimento que comeremos. Se trata de un proceso vital para la supervivencia, proporciona bienestar y depende de la cultura. La alimentación puede ser de muchos tipos dependiendo de las condiciones geográficas, del clima existente en una determinada región o de condicionantes socioculturales. Sin embargo, la nutrición consiste en un proceso involuntario que comprende todos aquellos mecanismos relacionados con la incorporación, transformación y utilización de una serie de sustancias químicas llamadas nutrientes que están formando parte de los diversos alimentos. Estos nutrientes se utilizan en el interior del organismo para sintetizar nuevas sustancias necesarias para la vida o para obtener energía necesaria que se empleara en los procesos biológicos internos (4).

Hoy en día se está empezando a hablar de Matriz Alimentaria, que es todo aquello que compone de forma global al alimento, es decir, serían todos los compuestos, tanto nutritivos como no nutritivos, que constituyen el alimento. Esta Matriz Alimentaria es capaz de modificarse por los procesos de procesamiento del alimento, así como por la propia naturaleza del mismo (4).

Para una alimentación correcta tendremos que seguir varias normas, entre las que destacamos, la variedad, la proporción de alimentos ingeridos y las posibles combinaciones que podemos realizar con ellos (4).

Por otra parte, existe un consenso entre la comunidad científica de que una dieta los más equilibrada posible, junto a una actividad física regular y suficiente y el estilo de vida pueden ser determinantes de hasta un 70% de morbimortalidad (4).

La OMS, en su documento “Diet, nutrition and prevention of chronic diseases”nos advertía de que, si queríamos reducir la prevalencia de muchas enfermedades, los Gobiernos de los distintos países tendrían que invertir en políticas y programas de salud pública referidas a la alimentación (4).

Hoy en día es una evidencia manifiesta que la alimentación juega un papel fundamental en la salud de los individuos. Así, por ejemplo, las enfermedades más comunes que pueden aparecer por un exceso de alimentos, entre otras muchas, serían: Obesidad y Sobrepeso, Diabetes, Hipertensión, Cáncer de Colón, Osteoporosis, Hipercolesterolemia, Gota, Caries y enfermedades cardiovasculares (5).

Con respecto a las enfermedades que se originan como consecuencia de un déficit de alimentos, hay que indicar que pueden ser muchas y muy variadas, sobre todo las relacionadas con falta de Vitaminas y las relacionadas con deficiencia de minerales como es el caso de la anemia.

También es importante diferenciar entre malnutrición y desnutrición. El significado de malnutrición hace referencia a estados de carencia, exceso y desequilibrios en el aporte calórico o de nutrientes de un individuo. Es decir, se trata de una alimentación que no es adecuada a las necesidades nutricionales normales, ya sea por falta de nutrientes o por un exceso de los mismos, lo que va a influir negativamente sobre la salud de una persona. Sin embargo, la desnutrición es una parte de la malnutrición (6).

Siguiendo las recomendaciones de la OMS, podemos afirmar que hay tres tipos de malnutrición:

  • La desnutrición incluyendo la emaciación que se refiere a cuando el peso del niño es menor que al que le corresponde según su talla. Otro sería el retraso en el crecimiento, es decir que el niño presenta una estatura por debajo de la edad correspondiente. Y, Por último, lo que se llama insuficiencia ponderal, que es cuando el niño presenta un peso por debajo de lo que le correspondería por edad.
  • La malnutrición también puede estar relacionada con un exceso o deficiencia de micronutrientes.
  • Por último, estaría la obesidad y el sobrepeso y algunas enfermedades como cardiopatías, diabetes, algunos cánceres, etc (6).

Como patologías más comunes relacionadas con la desnutrición podemos citar las siguientes: Síndrome de malabsorción, anemia, beriberi, deficiencia vitaminas tales como la A, B1, B2, B6, B12, E, K, trastornos alimentarios, Kwashiorkor (deficiencia de proteína en la dieta), raquitismo, pelagra, escorbuto y espina bífida (7, 8, 9). La malnutrición constituye un gran problema de Salud pública a nivel mundial, ya que aumenta los costes de la atención médica, hace disminuir la productividad y constituye un freno para el desarrollo económico, siendo las personas que se encuentran en situación de pobreza las más vulnerables (7, 8, 9).

Debido a la enorme cantidad de enfermedades que pueden describirse como consecuencia de una malnutrición, en este trabajo, vamos a estudiar en profundidad una patología que se da por exceso de alimentos como la Obesidad y Sobrepeso tanto en adultos como en población infantil, que, a su vez, va a ser causa de multitud de patologías asociadas a ellas. Así mismo, estudiaremos la acción de la Semaglutida como tratamiento revolucionario actual de la Obesidad y el Sobrepeso.

 

OBESIDAD Y SOBREPESO

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) podemos definir a la obesidad y al sobrepeso como una forma de acumularse la grasa corporal de manera anormal o excesiva y cuyo resultado puede ser dañina para la salud del ser humano (10).

Para diferenciar entre sobrepeso y obesidad utilizaremos el llamado Índice de Masa Corporal (IMC), que no es ni más ni menos que la proporción que hay entre el peso y la talla de un individuo. Su cálculo se efectúa dividiendo el peso en kilogramos de un individuo entre su talla al cuadrado medida en metros. Así se dice que un individuo posee sobrepeso cuando su IMC es ≥ a 25 y, por tanto, consideramos que una persona es obesa cuando su IMC es ≥ a 30 (10).

No obstante, el IMC presenta algunos inconvenientes y habría que tomarlo como un valor aproximado y nunca exacto, pues puede haber divergencias de grosor en diferentes individuos. Sin embargo, actualmente es la medida más útil para estudiar el sobrepeso y la obesidad en las personas adultas. En niños y población joven hay que definir a la obesidad y el sobrepeso en función de la edad que presenten. En ciertos casos el IMC no es capaz de darnos información acerca de la distribución de la grasa corporal, pues es incapaz de diferenciar entre la masa blanca y la masa grasa o marrón y, por eso, es un mal indicador en personas de baja estatura, en personas mayores o de edad avanzada, en individuos que presenta una gran musculatura o incluso en mujeres gestantes. De ahí, que cuando seamos incapaces de medir la masa grasa recurriremos al IMC o, también, al perímetro de la cintura (10).

En niños de cinco años el sobrepeso se puede definir como aquel peso que se corresponde con una talla con más de 2σ por encima de la mediana que, la OMS establece como patrones de crecimiento infantil normales. La obesidad en niños de cinco años se define como el peso para una talla de 3σ por encima de la mediana que, la OMS establece como patrones de crecimiento infantil normales (10).

En niños de 5 a 19 años definimos el sobrepeso como el IMC para una determinada edad con más de 1 σ por encima de la mediana que, la OMS establece como patrones de crecimiento infantil normales y obesidad como el IMC para una determinada edad con más de 2 σ por encima de la mediana que la OMS establece como patrones de crecimiento infantil normales (10).

Otros autores como son Aeseth et al (2021), definen a la obesidad como una patología que no tiene carácter inflamatorio ni transmisible, que se produce como consecuencia de la acumulación excesiva del tejido adiposo, lo que puede llegar a ser perjudicial para la salud de un individuo (11).

Anteriormente se creía que la obesidad se producía por un desequilibrio entre el aporte y el gasto calórico de una persona, es decir, cuando la ingesta calórica es mayor que el gasto, entonces se produce acumulación de grasa. Sin embargo, hoy en día, se sabe que la obesidad no suele aparecer aislada, estando muy relacionada con el síndrome metabólico, con enfermedades cardiovasculares, con factores genéticos, ambientales y como no, con la diabetes mellitus tipo 2, según Bjerregaard et al.,2018 (12).

Toda esta acumulación de tejido lipídico provoca un aumento de la mortalidad de la población, debido, fundamentalmente a la relación existente entre obesidad y muchas patologías, sobre todo, metabólicas que, ocasionan un empeoramiento del pronóstico de la enfermedad. Incluso se ha especulado que los casos de cuadros más graves del SARS-COV-2, se presentaban en personas obesas, según Stefan et al.,2021 (13).

Actualmente la obesidad se ha convertido en una verdadera pandemia, que cada año que pasa se va acentuando cada vez más, así, por ejemplo, desde 1975 a 2021casi se han multiplicado por tres la prevalencia de la obesidad. Esto está provocando que, tanto el sobrepeso como la obesidad estén produciendo un número de muertes muy elevado. En 2016, se consideraba que había en el planeta alrededor de mil novecientos millones de adultos que, o bien tenían sobrepeso, o bien eran obesos. En cuanto a la población infantil se estimaba que en 2016 había en el mundo unos 41 millones de niños menores de cinco años que presentaban sobrepeso u obesidad. Sin embargo, está cifra ascendía a 340 millones, cuando considerábamos la población de 5 a 19 años (10).

Por otra parte, de los 1900 millones mayores de 18 años, aproximadamente más de 600 millones son obesas, lo que representa un 13% de la población mundial en 2016, destacando que un 11% era población masculina frente a un 15% de la población femenina (10).

Anteriormente el sobrepeso y la obesidad estaba relacionada con el alto nivel de vida de las personas, así era muy normal detectarlos en países desarrollados con buen nivel de vida. Sin embargo, actualmente, se está produciendo un incremento casi exponencial de la aparición de casos de obesidad y sobrepeso en países subdesarrollados o en vías de desarrollo donde los ingresos son bajos o medianos (10).

En el año 1975 la prevalencia del sobrepeso y la obesidad era de un 4%, en la población de 5 a 19 años. Sin embargo, en 2016 esa prevalencia pasa a ser del 18%, siendo prácticamente igual en ambos sexos (10).

Todo este incremento en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad está correlacionado de forma directa con un aumento de muertes. Este aumento de sobrepeso y obesidad de las personas se puede observar en todas las zonas del planeta, exceptuando algunas zonas del África Subsahariana y Asia (10).

En la siguiente gráfica vemos el ranking de países que presentan mayor número de obesos (14).

A la cabeza de este ranking, podemos observar que está Estados Unidos de América con una población obesa en torno a 77 millones. Como se puede observar, también, España es un país que no se encuentra entre los veinte países que presentan mayor índice de obesidad, aunque en España la obesidad presenta un índice elevado y está en pleno aumento como se verá posteriormente en la gráfica correspondiente al Reino de España.

Siguiendo a Estados Unidos se encuentran los países de China y la India, pero en estos lo que ocurre es que su población total de habitantes es muy elevada en comparación con el resto de los países, lo que hace que su índice sea, sin embargo, mucho menor que el de Estados Unidos.

 

Figura 1. Tomada de Statista 2023 (14).

 

En la figura 2 mostramos la población que presenta sobrepeso u obesidad, pero distinguiendo la autorreconocida frente a la que hay realmente. La gráfica representa a aquellos individuos que presentan un IMC > a 25. Teniendo en cuenta que el dato se ha escogido del INE y el gráfico ha sido elaborado por Álvaro Merino (2019) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (2017) (15).

 

Figura 2. Tomada de El Orden Mundial (EOM) (15).

 

Con respecto a las cifras en España, podemos observar la evolución del sobrepeso y la obesidad en la siguiente tabla editada por el Ministerio de Sanidad del Reino de España, distribuida por sexos y comunidades autónomas.